La Nostalgia a Través del Cine.-
El hecho que se hagan películas de épocas ya es un síntoma de esta especie de neurosis que experimentamos como sociedad, un “qué-buenos-tiempos-eran-aquellos” mundial. La primera fase de nuestra “nostalgia” se encuentra en el hecho de rodar una película y la segunda, quizás con la que nos sentimos más identificados, es en el hecho de inventar categorías tales como “clásico” u “obra de culto”, en las que solemos incluir en los primeros lugares filmes tan míticos como Casablanca, Citizen Kane, Gone with the wind y otros.
Investimos a ciertas películas con tanta carga emotiva que esta a veces sobrepasa al espectador, e incluso, llega a un espectro de la sociedad que no ha tenido contacto con el film en sí. Tomemos el ejemplo de “The Godfather”, esta película, considerada un “clasico”, tiene el mayor número de escenas memorables de todos los tiempos. Desde las primeras escenas en el despacho de Vito Corleone, hasta la paliza que Santino le da a su cuñado, pasando por la escena de la cabeza del caballo en la cama, vemos cómo la cultura pop ha logrado tomar estos elementos e incorporarlos a su estructura. No pasan dos capítulos de Los Simpsons en que no se hagan parodias a estas escenas y a muchas más. Y surge un extraño fenómeno: las generaciones más jóvenes han sido instruidos con estas escenas que, independiente si saben de donde provienen o no, las aceptan, y así vemos como hay personas que conocen la historia de muchas películas que no han visto nunca.
Están también los filmes descaradamente nostálgicos, tenemos a Grease, American Graffiti, Dazed and Confused. Este último film, de Richard Linklater, fue hecho en el ´93, simulando 24 horas en el último día de clases de unos escolares estadounidenses del ´73. La película en sí misma es el retrato de una época, el proceso de filmación es un negativo de la sociedad del ´90, que mira hacia atrás en el tiempo con ternura, tal cual Grease lo hizo con los ´50s. La juventud de los ´70s es la misma que la de los ´80s y ´90s, lo único que ahora cambia es que los cassettes de Pink Floyd y Led Zeppelin son reemplazados por los discos compactos de Pink Floyd y Led Zeppelin.
Cine y la Nueva Juventud.-
A partir de este punto, podemos deducir que se genera en la juventud de hoy en día una ansia de ese sentimiento de “rebeldía” de la época, rebeldía que no se puede expresar con los elementos contemporáneos (simplemente sería una contradicción, se está tratando de rechazar cualquier objeto que representa el mundo en el que el joven vive). Pero no se puede viajar al pasado y traerse la esencia de la época, Vietnam y Flower Revolution incluidos, sino que urgan en el presente en busca de símbolos que son las consecuencias de esa época, y la elevan a la categoría de causa de todo el espíritu de la época, muchas veces exagerando, como si los Combi hubieran sido los próceres de la Revolución de las Flores, o si los posters de la portada de “The dark side of the Moon” tuvieran alguna especie de poder mágico, o si Roger Waters hubiera inventado el término “psicodelia”.
Ahora, estos símbolos lentamente van formando parte de esta nueva cultura híbrida. Veneración por bandas y películas “de culto”, poleras de Marilyn Monroe y de Elvis Presley, posters de The Doors, la banda sonora de Easy Rider, expresiones de distintas épocas, modas de la época, la expresión “retro”, cada teniendo cada un espectro cada ves más grande, un gran revoltijo de lo mejor de distintas épocas.
Y así se va formando esta nueva generación, un gigantesco pastiche cultural donde las poleras del Che Guevara se guardan en el mismo cajón que las de la película Psycho, donde los discos de los Beatles se dejan al lado de los de The Sex Pistols, donde se escucha Woodstock ´69 y ´94 al mismo tiempo. Surgen filmes como Pulp Fiction (1994), que hacen lo mismo pero con la imagen: se toma lo más emblemático y se hace algo relativamente nuevo a partir de eso. Esta película no es sino que un compendio de homenajes de los mejores momentos del cine, momentos que obviamente no alcanzamos a recordar exactamente. Y lo más sorprendente es que de esta película ahora se hacen parodias y homenajes. Cada vez se van deformando más nuestros recuerdos para hacerlos otras cosas, recuerdos borrosos de otros momentos y símbolos que en un principio significaban cualquier cosa menos lo que ahora se cree que representan.
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