¿podrías comprender lúgubre doncella
Al mundo que te invita, insaciable a mentir?

Bajo tus secos pies solo existe la razón,
Las secuelas iracundas de gemidos fluorescentes
Y las dulces maneras,
Y la simpatía de un escupitajo

Tu decides que aire respirar,
Cada mordaz suspiro que sale de tu boca
Y en venenosos anhelos de querer seguir viviendo,
No eres el sol ni la luna de cualquiera,
Eres tardía y ligeramente bella

Y como duele no saber negar que gran parte de ti
Se percibe en mi reflejo
En las lagrimas dolientes de mis manos desgastadas

Hoy es un día propicio para engañar el alma,
Cuantas negras náuseas me producen tu perfume,
Tus ridículas maneras
Tus rezagadas miradas orbitando las auroras
Y tu falta de culpabilidad.

¿Cuantas congojas mas invocaras desde mis adentros,
Suave mástil de astutos cabellos?