Espero sepan perdonar los gritos desesperadamente adolescentes... todos tenemos nuestros ratos


Los dias como hoy uno no sabe ni en qué pensar, ni de qué escribir cuando se va a poner a rayar el diario de colores. Se podría empezar hablando de los fuegos artificiales en casa de tía Tere, y de que yo estaba pensando que yo quería unos así, o bueno, al menos uno así, para el día en que cumpliera 18. Supongo que esas cosas se te ocurren cuando cumples año el día de la independencia. Así que eso estaba pensando hasta que mi tio dijo que seguro se habian gastado unos 2 millones ahi en esos fuegos que estábamos viendo, y mi mamá dijo que en la boda de tia Gracia, en la fiesta de la granja, hubo unos asi tambien. Entonces ya dejé de pensar que quería unos así para mis 18, porque me pareció demasiado caro para un cumpleaños. Y demasiado presumido. Tal vez unos mas chiquitos, menos escandalosos, y bueno, uno grande. Uno solo, no sería alardear. Son dieciocho años... una chica como yo no llega a los 18 todos los dias.
He estado pensando mucho en ese día, ultimamente. Tambien en el 14 de febrero. yo no sé por qué para esas fechas nunca me siento bien, desde que soy adolescente, adolezco de alegria los 5 de julio y los 14 de febrero.

Exceptuando el dia de mis quince, que fue bueno, tremendamente bueno, claro, con una corona de plumas y alguien con quien bailar, todo es encantadoramente bueno. Y el 14 de febrero que tambien tenia quince, y nos pegamos corazoncitos en las camisas del uniforme las muchachas, los cinco muchachos que estudiaban con nosotras, y yo, en el colegio; y por la noche nos reunimos a comer pizza y ver moulin rouge, y fue la primera vez que me enteré que kylie minogue en la pelicula era una hadita high on crack. Tener 15 años era bonito.

Pero el caso es que generalmente no me siento bien para esas fechas. Nada bien, sobre todo el cumpleaños que practicamente me arrastraron fuera del cuarto para cantarme el cumpleaños, y lloré como una bebe cuando me lo cantaron, de tristeza y de amarillo, y porque no quería que me lo cantaran, y casi ni podia soplar las velas. O en el que fui a la pista a patinar sobre hielo, y qué creen que fue lo que menos hice? Eso mismo! Patinar sobre hielo!
Como consecuencia tenemos que todos los años el cinco de julio, me recuerdan que el año ese me puse a llorar y que, nunca en mi vida he patinado sobre hielo.

Y ni hablar del catorce de febrero en que tuve que ir a tres reuniones seguidas: la de la familia, que fue un desastre, por un lado las mujeres hablando de peces que decoran los baños, por el otro lado los hombres del regimen y de politica, y por el otro los niños jugando con los perros. Y eso fue toda la santa noche. No es que yo sea mala gente, o amargada, para nada, sencillamente no me gustan los peces, solo los delfines, no me gusta la politica y no me gustan los perros. Ustedes saben cuando uno está de un lado a otro, sentado en los orillos del sofa haciendo temblar no el pie, no, sino la pierna entera, o parado en las entradas de las puertas, comiendose las uñas, como si hubiera un temblor, tratando de agarrar como a una mariposa, esos minimos comentarios que nadie escucha, para ver si de ahi uno se agarra a una conversacion por lo menos entretenida.
Bueno, asi de desastrosa fue la noche, y ni siquiera consegui los comentarios, eran puros peces, dictadores y poodles.
La otra fue con los amigos, y como llegué tarde por andar con los pelicanos, a todos les dieron chocolates menos a mi, y estaba mi ex novio, con el que termine en enero, y el fue el que llevo los chocolates. Uh, se podrán imaginar cómo fue eso. Ademas, estaba todo a oscuras y estaban bailando una musica horrible que yo ni se como se baila bien, pero bueno, al fin y al cabo... yo creo que nadie sabe como se baila eso de verdad.
Por último, la cita fue la niña con las horas. y si, cuando me refiero a la niña me refiero a mi misma, y cuando digo las horas, a la pelicula con meryl streep y nicole kidman, que de las lágrimas que me sacó por andar deprimida, tuve que preguntarle a mi hermano cual era nicole a lo que terminó.

La cosa es que siempre tengo una idea en la cabeza de lo que va a pasar ese dia, que yo sé que no va a pasar, y termina no pasando y ahi quedo yo, pobrecita, decepcionada porque no pasó. Entonces uno queda pensando que le deprimen los 14 de febreros y los cumpleaños, al menos los propios. Tampoco es que todos los cumpleaños y 14 de febreros sean asi, pero ha habido unos, lo suficientemente catastroficos, como para marcar el precedente.

En fin, ahi estaba yo, como una quinceañera, parada en el banquito del frente de la casa de mi tia, babeandome por los fuegos artificiales que se levantaban por detras del muro de la otra casa, hasta que a alguien se le ocurrió la genial idea de pararse en el techo y tirarlos desde ahi. Ahi fue cuando se empezaron a ver enteros, se vieron mas bonitos y yo me quede pensando que yo queria por lo menos uno asi el dia de mis dieciocho años, pero luego vi salir otro y pense que uno solo no basta, porque se ven bonitos es en serie, y me acordé de mi tio y los millones, y mi mamá, y mi tia, y su boda y la granja... Ah! Y los perros, los politicos, y los peces!! Y estaba ya empezando a resignarme y a bajarme del banquito, cuando se vio en el cielo altisimo otro fuego, y comencé a pensar, que a veces uno tiene que hacer que las cosas pasen y no andar con predisposicion, asi que salí corriendo a la calle y compre los fuegos artificiales yo.


Día de reyes, 2005