Su nombre es Sebastián, el de ella Michelle, viven en hotel “Las Orquídeas”, por temporadas de 6 meses, o incluso más. Viajan buscando siempre climas calidos, vistas de mar y sobre todo silencio. No les gusta la ciudad ni el sistema de vida que esto implica, los dos, juntos, son críticos severos de las formas y los medios mediante los cuales occidente y pese al gran esfuerzo asiático, consume la identidad de estas tierras. El no puede andar sin ella, Michelle se ha convertido en la movilidad que Sebastián perdió en las piernas hace no se cuanto, ni de que manera. Michelle es claramente mas joven que Sebastián, ella también ha perdido una cierta capacidad de moverse, es como si Sebastián anduviera a través de Michelle y Michelle dejara de hacerlo a través de Sebastián.

-¿Han ido a la fiesta de la luna llena?- (fiesta mundialmente famosa en una isla solitaria, que ocurre, obvio, cada luna llena y que reúne a los espíritus mas desenfrenados que visitan el sureste Asiático)

-No podemos- responde Sebastián, señalando la silla de ruedas con las dos manos, enrolla otro cigarro del tabaco negro que lleva siempre consigo en una caja de madera color amarillo.

Michelle no mira a nadie a los ojos cuando habla, a veces, por un segundo se le escapa una mirada, que vuelve abajo o se pierde de inmediato. (Cuando el dolor se lleva tan dentro, se teme que con una mirada se le escapen a uno secretos y voces que de salir consumen todo lo que a su paso encuentran)

Michelle enciende un cigarro y otro más detrás de este sin detenerse creo yo, ni un momento.

Comida 3:30 de la tarde…

Tema, delfines, que otra cosa podría ser, considerando que esta seria nuestra primera conversación de nuevos vecinos.

Si me dijeran que nadando con delfines en México, pagando lo que sea, o en donde fuera volvería a caminar, lo haría… aunque se bien que no es posible, que mas puedo perder –dice Sebastián-

Hablábamos de la terapia con delfines y otras semejantes, en que se ofrecen mejoras considerables al cobijo de pseudos ciencias, hipótesis vagas que ignoran del todo el significado de tener una extensión metálica de tu cuerpo; de la que depende la otra mitad, la que sin saber porque, decidió seguir luchando. (Funcionando)

Hay unos 20 tigres de bengala en el hotel, otra historia en si misma…
Sebastián y Michelle los conocen a todos y cada uno de ellos, han estado aquí por más de 5 años en temporadas de 6 a 8 meses.

Uno de los tigres de bengala jugaba con mi silla, -dice Sebastián orgulloso- (la silla me quito las piernas pero no el coraje, eso es lo que yo entiendo)
Nadie nos cuidaba –siguió-
La gente nos veía, -se emociona mientras enciende de nuevo el cigarro, como son de liar se le apaga constantemente-
Solos el tigre y Yo… (Respira hondo) de pronto (el tigre) empezó a morder mi silla mientras yo le tomaba fotos-
Señala con su mano hacia uno de los brazos de la silla y hace como si le tomara fotos a un animal que probablemente aun en 4 patas, seria como de la estatura que entre Sebastián y la silla alcanzan.

Yo me dije –dice Sebastián- If I walk back again… Traeré yo mismo esta silla a dársela al Tigre para que la destruya… (Silencio de unos segundos, mientras su cabeza le lleva triunfante a ese mundo de ensueño en el que un día se levanta y entrega su enemigo a la destrucción del Real Tigre de Bengala [titulo Tailandés para los Tigres] Sebastián ha concentrado en la silla el total de su tragedia)

¿Nos vemos esta noche? –Pregunta Sebastián-
Vamos a Chaweng.
At half past nine –dice en el acento ingles y voz grave que me hace un tanto difícil entenderlo.

Half past nine, la puntualidad de estos ingleses reafirma el estereotipo, en punto mas menos 20 segundos talvez…

Ritual

Silla en el costado izquierdo del auto, aquí se maneja en el lado derecho. Sebastián pasa de su silla al auto, primero; tabaco al tablero, encendedor al depósito en el costado de la puerta y una cartera junto al freno de mano. Sebastián pasa de la silla al auto, con relativa facilidad, (adaptación) Silla a la cajuela, Puertas cerradas.

Lo mismo ocurre, en el mismo orden, o inverso según sea el caso (ascenso/descenso) cada vez que llegamos o nos vamos de un sitio.

Primera parada Lamai

Conducir en Samui es un poco mas peligroso que conducir en una ciudad (DF), hay solo dos carriles, la mitad de la gente esta bien acostumbrada a manejar en el lado izquierdo del camino, (Samuyenses) la otra mitad no, (turistas) los primeros saben poco y les importan menos las cuestiones mas básicas de prevención de accidentes, sin casco, hasta 4 en una motocicleta, que además puede ir de noche sin la luz del faro frontal en ella. Solo por salvar la vida, para ver, poca falta hace, la luna brilla plena iluminando el camino.
La otra mitad (turistas) saben mucho de precauciones y cascos, pero el alcohol hace el mismo efecto que la ignorancia cuando se excede su consumo.

¿Qué pensara Sebastián? -Pienso yo- ver a todos estos despreciar lo que el tanto anhela. (La integridad de su organismo)

Lamai nos recibe con un estallido Neon, que no se apagara hasta el final de la noche, música, bares, fiesta, MC Donals, Burger King, 7 eleven, pero todo perfectamente subtitulado al Tailandés, por cierto… lo primero que he aprendido a decir es Maio nen cap, (No gracias)

No gracias al masaje en los pies… ni a sus consecuentes servicios sexuales
Maio nen cap a los collares de orquídeas púrpura. (Solo 20 Baht, medio dólar o 6 pesos)

Ya en la calle, a Sebastián y a Michelle los conocen bien, saludos cordiales que al menos así a la distancia rebosan de honestidad y corazón abierto.

El Pub

Bar estilo Coyote Ugly, cinco chicas en la barra con sombreros tejanos, Tailandesas todas ellas, un par de tubos cromados y la misma música que hace unas semanas escuchaba en las calles de la quinta avenida de Playa del Carmen, contra que pelean los globalifobicos (termino que nos heredo el ex presidente Ernesto Zedillo y que por cierto el diccionario de Microsoft Word 2003 aun no reconoce…corrección ortográfica… agregar al diccionario…listo, ahora ya lo conoce) contra lo que creen va a ser, o contra lo que hace mucho esta bien establecido.

Cerveza marca Shinga, patea como Tai bóxer…

El Kickboxing es una versión bastante violenta de lo que se llamaría deporte de contacto y he visto por lo menos 5 arenas, una de ellas ofrece para los turistas una versión interactiva y más amable con espuma, sin guantes y poco menos ropa.

Sir Winston Churchill

Nos movemos de nueva cuenta, las Chicas Coyote quedaron atrás, solo es al atuendo, no creo que en la reducida barra puedan bailar mucho y los tubos son más bien sugestivos.

En la esquina, hamburguesas y pastas, en el local pende un letrero

No Bullshit, don’t mess with the chef

El nuevo bar, lleva el nombre del prominente líder mundial, pero dista mucho de representarle en alguna forma, al centro una mesa con un viejo seco, mal encarado pero bastante amable, con una pierna sobre la silla de un costado, café cigarro en mano y unos 5 clavos quirúrgicos atravesando su pierna, accidente reciente según parece.
Desde su silla controla el negocio, un bar de unas 10 mesas, bastante frió, sin ruido, le asisten (explota) 3 trabajadores Tailandeses que hacen lo mismo de mesero que carpintero y lo que falte, desde muy temprano en la mañana, hasta que el ultimo cliente se marche.

Chaweng

Vamos a Chaweng, Sebastián, Michelle, Hugo, Din, Maw y Guin. Salvo Sebastián y yo, el resto son mujeres, Michelle tendrá unos 26, Din 30, Maw 32 y Guin 6.

Llegamos a Chaweng, callejones transitados por mucha mas gente de la que pensé habría en la isla, De las mujeres por cierto, hay dos grupos, uno eligió ser mujer, el resto solo nacieron siéndolo.

Si las mujeres occidentales tienen una creciente tendencia a modificarse tallas y consistencias, aquí son algunos (varios) hombres los que intercambian los zapatos por las zapatillas y renuncian quirúrgicamente a su capacidad de orinar mientras caminan.

The full circle

Música de rock, estridente, incomprensible, no hay turistas en este bar, guitarra, bajo, batería, un sintetizador y dos chicas en pequeñísimos bikinis haciendo un muy ensayado performance, voces educadas, cuerpos y talentos pulidos, las miradas si. Algunas van a los bikinis, pero no se quedan por mucho, todos están de fiesta y la fiesta es de todos.

La gente, los amigos, los colegas de parranda, todos se tocan constantemente mientras hablan o bailan, una palmada en el hombro o en la rodilla si se platica sentado, los amigos se abrazan y abrazan a los amigos de otros, para el final de la canción ya nos hemos abrazado todos.

De pronto recuerdo que Guin tiene solo 6 años, pero esta aquí, frente a mi, baila al lado de su madre, Guin regresa a la mesa, toma la botella de cerveza y da un pequeño trago, frunce el ceno, de inmediato formulo sin querer varias preguntas.

¿Que pasara cuando tenga 15, 16, 17 años?
¿Cuanto tiene permitido beber y desde cuando?
Si consideramos su edad y conociéramos el volumen total de su sangre, cuanto necesita tomar para embriagarse… (Esa fue inevitable) vuelvo a la fiesta.

Nuevo Vocalista, cabellos rubios, patillas dibujadas de forma que asemejen el mostacho de Dalí, pero en la cara de Gala, en el cuerpo de un joven Tailandés y un pantalón que tiene cortada el área que le debería cubrir el trasero, canta, hace chistes, yo no entiendo ni media palabra de lo que dice, pero solo con verlo le arranca a uno la risa.

Fin de la música en vivo, vamos al Dj, wow, tienen que verlo, oírlo, sentirlo. Es una taquicardia interminable, llena de matices extraños que tienen poderes hipnóticos.

Caminamos, he tomado el lugar de Michelle y conduzco a Sebastián por la calle mientras me dice en tono paternal

La gente pequeña siempre puede crecer mas, la gente grande, de tan grande tiende a quebrarse.

Nuevo Bar

Sin nombre, en la calle, fotos con una iguana, un águila o un mono de cola larga según se prefiera, mucho ruido y mucha gente, igual que en Yucatán, ya no hay salida, ja.





Anuncio;

Restaurante Mexicano “El gringo”… No fue Fidel Castro quien nos ofendió diciendo que las fronteras de los Estados Unidos de Norteamérica estaban mas adentro que el rió Bravo, pero, una contradicción siempre encuentra su par, en este caso, El Dictador Revolucionario, Fidel Castro y una mas en el caso de George Bush, quien seria un Revolucionario Dictador…

En Tailandia como en Disney y/u/o Xcaret puedes comprar un sueño, ya sea por un día, o por una noche, los que van a Disney pagan en Dólares por soñar con ser princesas, o caballeros según el caso, en Xcaret pagan en dólares por sentirse como Frodo, cuando nadaba con Flipper.

(Nota 1; El entrenador de Flipper es ahora un activo luchador de la libertad de los delfines, a manera de creyente recién convertido {Yuri o Mel Gibson} pregona por el mundo lo malo que fue con sus delfines, por supuesto culpando a otros [al capitalismo y por que no Osama y Salinas])
(Nota 2; en entrevistas realizadas en un especial para la BBC, {el método del sondeo no es especificado} la mayoría de las personas {entrevistadas} contesto que lo que mas le gustaría hacer antes de morir, seria… Nadar con los delfines… cuanta contradicción)

Y bueno, pues en Tailandia pagan en dólares por un poco de amor de cama, como todo el mundo, pero aquí no se andan con rodeos y como dijo alguna vez un colorido personaje de la torcida clase política del PRI,…la moral es un árbol que da moras… (Léanse “La Presidencia Imperial” de Enrique Krauze para quitarse la duda, de este y otros varios detalles)

Hugo –dice Sebastián mientras me da una palmada en la rodilla- Vive Tailandia en su gente y no los dejes de lado.

De regreso al Hotel, la noche ha sido estupenda, Din, Maw y Guin se han quedado ya en casa, Michelle maneja de regreso, Ritual de descenso,
Gracias Sebastián –le digo mientras le doy una palmada en el hombro, eso de tocar gente mientras le hablas se contagia, la silla empieza a rodar en dirección de su habitación.

Michelle dejo de hablar hace varias horas, se guardo aun mas adentro después de que en el primer bar tuve la ocurrencia de preguntarle…
¿Y tu familia?
Me dirigió por un segundo sus grandes ojos verdes, alzo los hombros…
Worthless –contesto y se fue lejos, casi estoy seguro, a una versión paralela aunque mas oscura, del lugar en el que Sebastián sueña con que camina mientras un Tigre devora lo que el quisiera hacer ya su pasado, y que por mucho es su presente y tal vez su único futuro.

Si Sebastián pudiera andar ¿A dónde iría?
Camino a mi habitación en la esquina opuesta del hotel, la luna brilla llenando la noche de luz, (incluso la naturaleza se contradice). Llego a la puerta, una ultima mirada al cielo, que en esta parte del mundo ofrece un firmamento cubierto de estrellas, la osa menor, esa la conozco…

Si Sebastián pudiera andar, ¿A dónde iría Michelle?

Para unir es acaso una tragedia mas eficiente que el amor… o es solo ella.