un niño en Iraq

15 de marzo de 2003

todavía no han caído
apuntan al corazón del niño
él sabe
le dicen caerán
y busca amparo bajo la sombra del árbol de tu esquina

nos apuntan rumbo a la escuela
bombas y misiles
sobre la ternura y el asombro
sobre las trenzas de nuestra hermana
sobre nuestro ayer de niño

en qué regazo
bajo el hombro de quién
en qué cuento de abuelo
amparará su miedo

destruirán mi columpio se pregunta
podré vivir o moriré
como los pollos y corderos colgados en la feria
chorreará mi sangre sobre la vereda
no veré más los ojos de la vecina
sentadita en la puerta jugando a ser muñeca

acaso sabe que cotizan sus terrores
que su último suspiro aumentará en 0,007 puntos
una cotización a término en la Bolsa
que la Esso ha comprado sus futuras uñas ennegrecidas por la muerte
que cotizan en Londres su cometa
y un fascista encubierto
recorre el mundo con un plumero de mucamo en la mano
comerciando a porcentaje ínfimo
la sal de su pequeña lágrima



adonde irá
pregunto
si no le amparamos con nuestros recuerdos
volará por el aire
no habrá un cielo paraíso para él aquí en la tierra
debajo de los parrales el infierno llegará con el viento
se despertará llorando antes de morir
adonde irá
si abrazados a su angustia
no arrojamos todos nuestros juguetes contra Wall Street
si no defendemos su sangre
si los latidos de nuestro corazón de niño no laten en su pecho
si debajo de su ropita no vestimos nuestra piel antigua
si olvidamos el terror de aquella pesadilla cayendo en el vacío
si el abrazo desesperado a nuestro perro amarillo de hociquito negro
no le conforta el hombro

vienen a destruir su bicicleta
para abaratar el combustible de sus autos
quieren arrancarle las alas de la espalda
los cuernitos de diablo de la frente
apuntan a las leyendas que no le podremos transmitir
a los sueños que no podrá contarnos
a su dolor de oído en el invierno
quieren envenenar su río de verano

vamos a dejar que maten su asombro
que arranquen la tibieza que nos deja su mano
ahogaremos en petróleo sus preguntas
es redonda la luna para facilitar dividendos de la Britis Petroleum
por qué juega el viento con las hojas de Repsol
tienen plumas los pájaros para que vuelen las ganancias de la Shell
ese texano es aún más hijo de perra que su padre
ese otro es más lacayo que su abuelo
el asesino sonriente es más pirata que Morgan
la humanidad puede quedarse mirando
como mueren sus niños para envenenar el aire con gases tóxicos baratos
la pestaña de la nena de lunar en el rostro cuanto vale
y los hoyuelos de la ruibiecita aquella
el miedo el aire donde zumban los misiles el último suspiro
el rio de su sangre detenida
el espanto
esa imposible huida

y basta ya de preguntas
si caen
los misiles las bombas las granadas
fijemos un precio
y nada de regatear ni te rebajo
ni plazos largos ni considerar que los fondos son escasos
hagamos la promesa
conservar claras las cuentas
trasmitir las facturas de generación en generación
ya llegará el día
tiene que llegar no me digan son invencibles esos asesinos
tiene que llegar movido por sus pequeñas alas
afilados sus cuernos de diablito
viajando en sus juguetes respirando su aliento
apretados los dientes mordiendo
cerrando los puños gritando la rabia de siglos
tiene que llegar
llegará
anotemos hasta la última cifra
no dejemos
no podemos dejar
hasta el último zumbido
anotemos todo
ha de llegar el día

Roberto Rapalo