Y yo te pregunté: -¿qué hay de malo en ser amigos?. – Nada, todo es perfecto así. Respondiste. Ya tiene tiempo que quiero además de ser tu amigo ser tu amante. Pensé de pronto, y no solo de pronto, siempre desde ese instante. – ¿Acaso estás pensando lo mismo que yo? – ¿Qué? ¿A qué te refieres? – Solo olvídalo. No tiene importancia. – Dime, ¿qué es lo que te acongoja? – Solo es un pensamiento, una ilusión, un sueño. Algo en mi mente no está funcionando correctamente. Entonces pensé: No solo es mi mente, es mi corazón y mi alma los que están inquietándome, inquietándome a ti, a quererte, a amarte, a que seamos un solo ser. – ¿será que ya lo somos? – ¿Lo dije en voz alta? – ¿qué? – Nada. Estoy loco. – Ya vas a empezar con tus viajes, ¿será que somos los mejores amigos? ¿qué nada nos hace falta ahora?. Entonces volví a pensar: Nos hace falta amarnos, no solo querernos o estimarnos. – Creo que así estamos perfecto, siendo los mejores amigos ¿tu que opinas? – Opino que me hace falta algo. – A mi me hace falta un hombre – Heme aquí – Pero somos amigos – Y yo necesito una mujer, pero somos amigos, recuérdalo.

Desde hace mucho pudiste salvar mi vida. Soy un hombre fiel, honesto y con visión, eso soy hasta hoy, talvez mañana ya no lo sea. No tienes en que reparar, siempre te cuidaré, yo amo tu ser, siempre lo he amado, desde que tengo memoria de que lo hago. No se tu pensar, y creo que si tentamos, si queremos probar, porque yo sí lo hago, podríamos pasar a la amistad amorosa, talvez exista, talvez eso sea amor, no solo enamoramiento. Pero para eso hubo tiempo, hubo oportunidades en las que no tuve talento para darte un beso, uno grande, de esos que no se olvidan, de los que impregnan una sensación de labios diferentes a los de uno, esos que duran poco menos de un día en tu boca, en tu cerebro, y que en la memoria quedan para siempre.

Estoy casi seguro que alguna vez estuviste enamorada de mi, sin embargo es algo triste ya que te dejaste vencer y no me mostraste el camino hacia ti, hacia lo bueno, lo chido, estar contigo y no con otra que no me regaló lo que tu tenías para mi: amor y besos, amor y abrazos, amor y caricias, amor y amor. Perdimos nuestra oportunidad, solo espero que de verdad la vida nos otorgue una nueva para así poder aprovecharla. Sin embargo, ahora que somos amigos es muy difícil distinguir y también darse cuenta de lo que uno siente en sí. Pero la vida es un arriesgarse constantemente, desde siempre hasta la eternidad. Soy cobarde y solo quiero tenerte cerca, para estar conmigo.

- ¿Te has dado cuenta de que nunca nos hemos presentado a nadie para ligar? Solo sabemos ahuyentarnos el mal de amores o cosas así. – Si. Entonces pensé: Es que nos queremos tanto que no queremos presentarnos gente que sabemos será mala para nosotros, pero sí sabemos que tampoco queremos lastimarnos y que solo nos queremos para nosotros, aún así, no nos decimos nada al respecto, no nos decimos la verdad, no nos hacemos los besos, no nos acariciamos. Y cuando pasa algo así recurrimos al pretexto, cualquiera que sea para evitar más roces.

- Te quiero, te amo. – No digas lo que no sientes. – pero si te amo – y yo a ti – pero somos amigos, solo eso. – Si, lo se. – Pero la neta es que no sabemos amarnos. – Falta tiempo para eso, como 5 años por lo menos. – Si, talvez más, talvez menos.