-¿Hola? ¡Mi amor! ¿Cómo estás? Ay, negrito, te extrañaba tanto! ¿Por qué no me llamaste antes? ¡Estaba taaan preocupada! Sabés que no me tenés que hacer estas cosas... Bueno, sí, está bien, te entiendo, pero en estas últimas diez horas pueden haberte pasado las peores cosas, imagnate, y yo acá, en Buenos Aires, sin saber qué es de tu vida... Bueno, sí, mi amor, sí... Bueno, sí, te escucho, pero atendeme un minutito. Hoy leí en el diario que por allá hacen como cinco grados bajo cero ¡Cinco! ¡Y bajo cero! ¿Te das cuenta de lo que es el tiempo?... Bueno, Bruno, ya sé que es el sur, pero en mis tiempos no hacían esas temperaturas, aunque estuvieras en la montaña. Si supieras... Bueno, bueno, está bien, no empiezo. Pero lo que me preocupa es que no te vayas a resfriar. ¿Te estás abrigando? ¿Qué te ponés?... ¡Cómo! ¿¡Eso, anda más!? No, nene, no puede ser... sí, ya sé que vos no sos friolento, pero no podés andar desnudo por la vida de esa manera. Haceme el favor, ponete las media que te mandé... sí, las azules, de lana... sí, las que te tejí antes de que te fueras. Están en el bolsillo derecho, en el segundo compartimento del bolso azul con manijas rojas, ése que te regalé para antes que te fueras... sí, al lado del aerosol para la alergia y de esa yerba mate que te rejaló tu primo, esa medio rara... sí, sí, te la guardé ahí. ¿Y los sangüichitos, los probaste a los sangüichitos? Te los hice sin mayonesa y le saqué la grasa al jamón crudo, así no te hace mal a la pancita... No, vos decís que no, pero siempre fuiste delicado, no ibas bien de cuerpo si yo no me fijaba lo que comías... Bueno, está bien, no te jorobo más... pero bueno, basta de hablar yo, ahora contame cómo estás vos, así esta vieja pesada se deja de hablar y hablar sin parar. Esa costumbre la heredé de la abuela, ella siempre conversaba hasta el cansancio, era una loca, la ab... Bueno, me callo, sí, sí. Contame...... ¡Ah! ¡Mirá que lindo! ¿Y cisnes, hay cisnes, en el lago?... Bueno, no me cargues, qué sé yo si hay o no cisnes en Bariloche... ya sabés que tu papá nunca me quiso llevar, él era como yo, con un miedo al micro. ¡Ah! A propósito... el viaje, ¿Qué tal fue? ¿Dormiste? ¿Controlaste que la velocidad no fuera demasiada?... No, nene, no es de hinchapelotas, te pregunto porque al nieto la vecina, la Cuca... vos la conocés a la Cuca, es la que te cosió el disfraz para tu cumpleaños de doc... bueno, sí, está bien... la cuestión es que la Cuca tiene un sobrino nieto que se dio una paliza tremenda... yo le estuve rezando a la virgencita para que te cuidara, pero igual no pegué un ojo... desde que te fuiste, Brunito, estoy con el alma en la mano. Es que me preocupa, nene, los chicos de tu edad no se cuidan nada, ahora, van por la vida como pueden y quieren. Decí que a vos no te gusta esquiar, no tenés esas conductas suicidas de aho... ¡¿Cómo?! ¡No, Bruno, esto sí que no te lo tolero! ¡Te lo prohibo! Odiame, si querés, pero prefiero tu indiferencia a tener que llorarte tan jóven que sos... No se te ocurra, de ninguan manera... No, Bruno, he dicho que no. Y no es no. Nada de esqui. Eso sí que no te lo voy a permitir. ¡¿Qué clase de madre descuidada e inconciente creés que soy?! No... ¡Basta! Usted es mi hijo y como mi hjo me va a obedecer... No, no me enojo, pero entendeme vos también a mí, corazón... Yo pensaba: mirá si al nene le dá algo allá, con la compañía esa que tenés, sin ningún viejo como yo... ¡y yo acá, regando las plantas!... decí que me llamás, que si no, no sé... Bueno, sí, ya cortamos, no te preocupes por los gastos que yo te repongo la plata del locutorio cuando vuelvas... No, no importa, vos dejá que yo te pago igual, charlemos nomás. Nada es mucho cuando se trata de vos, Brunito hermoso. ¿A propósito, para cuándo te tengo de vuelta por acá? Al final se vuelven la semana que viene, ¿No?... Bueno, está bien, yo te voy a buscar en taxi a la terminal, no te preocupes... Sí, ya sé que podés solo, pero prefiero ir... No importa , yo espero. Pero prometeme que te vas a fijar que la comida del micro esté en buen estado, porque con tal de abaratar costos de meten cualquier cosa en el plato, y vos que sos tan delic... Bueno, bueno, está bien, pero fijate. Cualquier cosa, me avisás y yo le dijo a la Susi, tu prima, que vive cerca de Bariloche, que te haga la vianda, y se la traen para no tener que comer esas basuras que te dan... Bueno, bueno... Sí, está bien, gastá tranquilo... No, a mí no me traigas nada, yo con que me llames me conf... no, Bruno, te digo que no... ¡Mirá si serás acbeza dura, che! Bueno, traéme un dulcecito de frambuesa... ¡pero chiquito, eh!... Bueno, avisá que ya va, decí que hablás conmigo. ¡Que te esperen, che!... Bueno, mi amor, está bien, andá tranquilo... Sí, precioso, yo también te adoro. Cuidate much... Sí, nene, cuidate, abrigate, comé bien... Sí, que la pases lindo. Saludos por allá... Sí, mi chulo, cuatro para vos... Sí, Bruno... Bueno, que te vaya bien por Bariloche... Sí... Chau, mi solcito ¡Feliz luna de miel!
Lucy Boere
|