Puta que raro,
Rarezas que pasan, se quedan largo rato.
Sí, al final el estigma de los amigos se queda,
ahora entiendo.

Ya en la noche tarde
Mi pequeña canta, encanta
Y tu a mi lado, un desprecio mudo. Nada

Se que el amor te carcome el alma
Se también que un abrazo bastaría,
Pero amor disculpa, no debo, no puedo.

El círculo, un vicio del día a día,
Un pájaro que da de comer al viento.
Te sientas el televisor, los recuerdos en la pared,
Yo de pié, me inclino, un beso, te observo, hablo sin palabras.

Las falsedades mas tarde que temprano se asoman,
tímidas te hacen resbalar y rodar fuerte,
Pero mi alma de alguna manera está calma,
sombría, en soledad, en la antepuerta.

Te quiero tanto tanto, que quemaría mi cabeza,
pero el pecho es el patrón que siempre me mueve, lo siento.
Incapaz hoy de mirarte con dulzura, de obsequiarte una flor,
De envolverte con un beso.

La paciencia me aguanta, me resigna,
me golpea la espalda en son de hermandad,
El agua se está moviendo y en medio de este lago desolado, espero.

La felicidad de tu amor se escondió,
Se retiró marcha atrás mirándome a los ojos, valiente.
Salté para sostenerlo un momento más pero se fue y no volvió
te lo dejaste para ti solita y yo no lo quiero más.

Hoy es lunes de trabajo, fatigante.
sentado en el banco verde te escribo
y de mi cobardía saco la carta de la disculpa mirando al sur, mirándote de lejos.