EL INVISIBLE EGÓLATRA ANODIN GINTONIC

Las nueve y media en el rincón derecho de un bar del centro, justo por debajo de los transeúntes que quedan encima, un poco al lado. Exactamente así. Un bar tan solo iluminado por una pequeña ventana abierta en el sector sud- oeste, refleja en el suelo los últimos rayos de cielo, empuñados por unas nubes borrosas que los diluyen y difuminan a la vez.
En la silla está Miguel, arreglado lo justo, elegante, en tono oscuro sureño. Delante, en la otra silla, está Anodín, desarreglado lo justo, elegante también, en tono delgado hombre alto de rasgos nórdicos y un pelo pelirrojo a conjunto con las pecas que le cubren el rostro y el cuerpo. Ese día, en esa constatación de suceso, se salvó y se destruyó el mundo. Pasó una generación entera, una vida de propósitos y despropósitos, la ostia de movimiento, libros de pensamiento, novedades y recuperaciones, civilizaciones. Todo, dentro del bar durante aproximadamente unos cuarenta minutos. Nadie lo supo nunca, ni surgió escuela alguna. Ellos tampoco lo sabían, aunque iban cerca. Respecto la chica, las acciones venideras fueron marcando el camino que él iba escribiendo hasta que accedió a escribirlo de forma compartida. No hay ni que decir que el libro en cuestión ganó muchísimo.
Esto fue lo que mi equipo audiofónico pudo captar, a groso modo:

(Nota del editor: Se refiere a los protagonistas como ÉL y El Otro, por respeto y consideración hacia los mismos.
Por favor, se ruega actúen con la misma consideración)


(ÉL):-A lo mejor tengo que decirle que no para que pueda terminar en un si-
(EL OTRO):-Lo que debes hacer es limitarte a hacer lo que te importa. ¡Luis, otra cerveza, por favor… si, gracias!-.
Luis le trae la cerveza a Miguel i un gintonic que hace rato estaba esperando para su primo Anodín-.
(ÉL):- Escucha Miguel, de alguna forma estoy haciendo lo que quiero, sino no lo haría. No es eso, bueno, si pero no. Verás, es… es como el fuego, que me atrae irremediablemente y cuando lo toco me quema. El contacto es siempre muy intenso. De hecho, Miguel, entiendo demasiado bien lo que sucede, pero no quiero entenderlo-.
(EL OTRO):- Buuf, ¿me vienes a decir que entiendes tan bien que no sabes ni explicarlo?. Que ciego estás. Eres de la peor calaña, de esos ciegos que creen que ven y tienen que demostrarse-lo a todo el mundo. Lo que eres es un pesado, aún no sé como sigo escuchándote. Tienes los pensamientos tan en contradicho que cuando hablas solo puedes negar palabras. ¿Y si aceptas algo de un modo total por una vez? Verás, aceptar la mediocridad es no ser mediocre, y viceversa. Y no le des vueltas, es así. Solo un mediocre no quiere saber nada de él mismo si no le conviene, sino es lo suficientemente “bueno”-.
(ÉL):-Muy bien Miguel, debes saber que todo esto ya lo sé, es más, tu lo aprendiste en parte de mi, ya lo sabes. Si no creyera que pudieras ayudarme no te habría citado. Y no me vengas ahora a decirme que todo esto es simplemente una paranoia, un
pensamiento. Ya sé lo qué es. El que lo nombres, cosa que ya sé hacer yo, no ayudará en absoluto-.
(EL OTRO):- Veamos Anodín, así que has conocido una chica fantástica. Dices que es sensata, inteligente, infantil y tierna, dulce, que te quiere, que no es posesiva y más cosas aún. ¿Cual es el problema, de que parte haces tú el problema? ¿No será que esa chica es demasiado para ti?-
(ÉL):-Es posible que sea demasiado perfecta, o me da miedo verla así. Quizá a ella le suceda lo mismo, no sé… Sabes, alguien que te quiera mucho te impone que tu también la quieras mucho, listón en el mismo listón. Debe de haber reciprocidad, sino la relación o lo que sea se va a tomar por culo. Sabes, si alguien me rechaza me es más fácil querer a ese alguien, y te diré porqué. Porqué querer se quiere con la cabeza, y la cabeza solo quiere la idea. El pensamiento elaborado solo quiere pensamiento, no hay necesidad que sea real si puede imaginarlo. En el fondo la realidad le es un fastidio, siempre tan igual, tan aburrida y tan brutal. Aunque todo sea muy simple, las cosas, y sobretodo las cositas, son muy complicadas.
Y a lo que decía, si alguien me dice no, entonces el interés pasa a ser mucho mayor, el ideal lo pone en el mismo ideal por la imposibilidad de tenerlo, y entonces la imaginación imagina un placer mucho mayor del real. Pero cuando lo tienes, una vez lo tienes… supongo que se viene todo abajo, porqué todo ha sido una mentida-.
(EL OTRO):-Anodín, vamos por el principio, ¿La amas?-
(ÉL):-Miguel, por el principio, ¿Existe el amor? …I no me vengas con patrañas sentimentales… ¿La amo? Me hago esa pregunta constantemente, mas solo se me ocurre el amarla respecto algo. No sé amarla a secas, pero es que no se si es posible. Y ahí es dónde yo te pido ayuda.-
(EL OTRO):-Anodín, y que dice tu analista de todo esto?-
(ÉL):-Jerga, jerga que conozco de sobras, y puede que tenga razón, o su razón, pero para mi es jerga, y entonces no hay más.-
(EL OTRO):-Entiendo Anodín. Como eres incapaz de amar las cosas a secas, sin propósito alguno, solo el amar por amar, por el gusto de amar si quieres decirlo así, eres incapaz de amarla de verdad. Y querrías que las cosas se complicaran, se pusieran difíciles para luego darte cuenta que si la quieres, cuánto la quieres, y poder ir detrás suyo a suplicar-le, hacer una tragedia de todo esto y que luego terminara aceptándote otra vez. Porqué en el fondo eres inteligente, y sabes que la quieres, pero no puedes evitar causarte la contradicción. Eres una especie de esquizoide, por el hecho de ir poniendo cáscaras encima de ti e identificarte con ellas en cada lucha que emprendes contra el mundo o contigo mismo. Tú problema es ser demasiado lúcido con la mente y no con el corazón. Problema que viene de escalar lo que no toca escalar. No se puede ser lúcido con la mente, si se puede ser útil y funcionar a alto rendimiento, cosa que no te sobra precisamente, o ser altamente exitoso e importante en la sociedad, pero no se puede ser lúcido. Tu quieres un imposible, es tu modo de vida, y los imposibles estrangulan. Pero te gusta estar estrangulado, pues entonces hay la posibilidad de que alguien sea tú salvador, de que exista un salvador. No obstante, sabes de sobras que no hay más salvador que ti mismo, y ni esas. Anodín, ¿Porqué te haces esto?-
(ÉL):-… ¿…Como, que me hago esto…? No sé…quizá…puede…ufff…no sé…mmm…¿Qué me hago?-
(EL OTRO):-Es importante que te sepas responder Anodin. Lo sabes todo de sobras y sin embargo, estás tan ciego… ¿porqué no tienes huevos para renunciar y ser tu mismo? ¿no te gusta lo que ves, verdad? Me refiero a dejar de tener la necesidad de crearte carátulas para poder ejercer y contradecirte, para funcionar en una sociedad que le sucede lo mismo que a ti, cosa obvia, por otra parte. El miedo solo es la excusa, ni siquiera te atreves a sentir miedo, tan solo su rumor. Quizá luego no la amarás como crees que deberías hacerlo, pero en esto mismo está tu problema. Deja que te salga amarla del modo que te salga, pero no el modo en que se debe de amar, el modo que has aprendido en algún sito, no importa dónde. Seguramente, amar en el modo en que lo conocemos sea una idea sí, ¿como sino podríamos tener una idea común al respecto? Mas, ¿Y qué? Hay más. Seguramente sientas algo especial hacia esta chica, y sea lo que sea, no lo nombres, aunque esto sea contradecirte. Estás muy adelantado Anodín, y no tienes vuelta atrás, lo cual lo sabes de sobras, mas te da miedo constatártelo y por esos no te enfrontas a los hechos. Esto, es una posible explicación más, ya sabes de la jerga. Lo cierto es que tú y solo tú ya lo sabes todo sobre ti. Y supongo que lo comprenderás.
(ÉL):- Si Miguel, tengo miedo de no cumplir con mi ideal, para lo que estoy programado. Es miedo a ser libre, porqué la mente para ser necesita estar encerrada. Es obvio, y yo, la mente, no puede entenderlo. Está claro que no estamos hechos para comprender sino para ser capaces de afrontar situaciones nuevas de riesgo, para sobrevivir. Mas ahora ya no hay esta necesidad, al menos en el mismo sentido, y quizá sea un modo de sacarlo, por así decirlo, otra forma de afrontar el riesgo-.
(EL OTRO):-Bueno, ¿y qué más da? ¿No te das cuenta que ya te está liando otra vez en la jerga? Y puede que tengas razón, pero tener la razón en las palabras no te la dará a ti. Deja deja, no quieras solucionar las cosas, que lo estropeas, limítate a aceptar lo que venga. Rebájate el ego, rebájate entero. Sé más humilde pero, de veras. No la palabra, sino contigo mismo, lo que significa que seas más egoísta y menos egocéntrico. Egoísta, que es ser coherente con uno mismo, y por lo tanto, humilde. Humilde que es antagónico con estúpido y con reacción. El amor que es acción por amor a la acción.
…
Miguel le hecha un buen trago a la cerveza y se la termina dejando de nuevo el base encima de la mesa de un golpe seco.
-Lo ves, Anodin incluso yo me pierdo en las palabras, en mi ego. Solo habrá posibilidad de que se vaya de ti aceptando que no puede irse de ti, aceptando entonces, que todo lo que pienses y razones será una farsa más o menos cierta en función del criterio que se use para establecer dicho significado.
Lo dicho pues, haz lo que te apetezca, sinceramente. Si tienes que pisotear a alguien lo haces, lo más probable es que se lo merezca. Además, aprenderás a rectificar, lo cual es muy importante también. Ve directo a alcanzar al cielo, que es lo que quieres, y luego jódete y cae bien abajo, al fondo de todo de un hueco infernal. Anodín, para ti la existencia no es corriente, pero no te preocupes, no tienes ningún problema, ni eres tan diferente, aunque pareces presentir. Simplemente los demás pierden el tiempo en otras cosas. Son lo mismo que ti, todo es lo mismo que todo, solo que tu quieres saberlo. Y lo sabrás, pero cuando no lo busques para tu propio beneficio, para salir de tus atolladeros, de tu dolor y frustraciones. Yo, no me preocupo demasiado, se dónde estoy, con lo cual demuestro que no lo sé (=es no saberlo), pero me complazco emborrachándome contigo. La locura primaria que uno tiene consigo es el único modo de lucidez. El ser esa locura que mueve y muevo. En fin.
¡Salud compañero!-
(ÉL):-Entonces, no hago nada para cambiar las cosas? Ella…
(EL OTRO):-…Exacto, el no hacer nada por variar las cosas, y seguir, seguir con las cosas, hará más de lo que crees. ¿Ok?
(ÉL):-¡Ok! ¡Salud compañero! Luis, otra cerveza y otro gintonic…
Luis le trae la cerveza a Miguel i un gintonic para Anodin, esta vez puntualmente.
(ÉL):-¡Vamos a reventarnos el hígado! ¡Salud!-
(EL OTRO):-¡Salud!

Las diez y diez en el rincón derecho de un bar del centro, justo por debajo de los transeúntes que quedan encima, un poco al lado. Un bar tan solo iluminado por una pequeña luz que cuelga del techo en la parte norte-oeste, pues de la ventana abierta en el sector sud- oeste, que reflejaba en el suelo los últimos rayos de cielo, empuñados por unas nubes borrosas que los diluían y difuminaban a la vez, ya no entra rayo alguno, es noche.
En la silla está Miguel, borracho lo justo, elegante, en tono oscuro sureño. Delante, en la otra silla, está Anodín, sereno lo justo, elegante también, en tono delgado hombre alto de rasgos nórdicos y un pelo pelirrojo a conjunto con las pecas que le cubren el rostro, ahora más rojo por el alcohol y el ambiente sofocante del bar, y el cuerpo. Ese día, en esa constatación de suceso, se salvó el hígado por poco y él tuvo que esperar una vez más, al saciarse. El mundo que ahí se creyó y destruyó ya era otro. Justo al levantarse para irse a su casa, se constataron tantos mundos como en todos los cuarenta minutos. Pasó una generación entera, una vida de propósitos y despropósitos, la ostia de movimiento, libros de pensamiento, novedades y recuperaciones, civilizaciones. Todo, dentro del bar durante aproximadamente unas cuarenta centésimas de segundo. Nadie lo supo nunca, ni surgió escuela alguno. Ellos tampoco lo sabían, aunque iban cerca. Respecto la chica, las acciones venideras fueron marcando el camino que él iba escribiendo hasta que accedió a escribirlo de forma compartida. La encontró bastante borracho dos horas después en un bar de al lado. Se fue con ella a dormir la mona y por la mañana hicieron el amor. No hay ni que decir que, después de aquello, el mundo en general ganó muchísimo.

(Esto fue lo que mi equipo de comunicación escrita pudo captar, a groso modo.
Cuando aprendí se me permitió hacer todo esto, lo que no es ni mucho no poco. Aprendí a escribir para mentir verdades, aún cuando de las verdades salían las mentiras. Todo esto lo se porqué, al igual que ellos, tampoco lo sé.)




30-03-04