0:17 28/07/2004
TODAVÍA SIN TÍTULO
-Sí, es él.....
Era él. El que tanto habían buscado.
-No, no puede ser él.
-Pero lo es... ¡Míralo!
Indudablemente era él.
-No puede ser... tanto tiempo buscando y buscando... ¡Y por fin lo hemos encontrado!.
-Sí, parece mentira que ya se acabó... Parecía no terminar jamás.
-¿Qué haremos? Tanto tiempo... Esto es muy especial. Una oportunidad que no se repetirá jamás. Es
el fin, ¿lo sabes?. ¡Es el fin!.
-Sí, parece serlo, indudablemente, pero algo me dice que no estemos del todo confiados...
Quien sabe, tal vez algo más nos espere.
-Nahhh... No seas pesimista. ¡No ves que es él!. No tenemos porque ser negativos.
Y fueron.
-¿Y qué le preguntamos?
-No sé. Llámalo tu.
-Está bien... pero no sé que decirle.
Le tocó el hombro. El hombre se dio vuelta.
-Perdone... ¿Es usted... Giriundi Woo?
Lo miró. Lo miró fijo por un instante. Sin dudas: Era él.
-No, no lo soy, perdone.
-¿.....?
-¡....!
El hombre se alejó sin importarle.
-Era él.
-Si, ¡yo digo lo mismo!. ¿Viste su rostro? ¿Su mirada?.
Ella sacó la foto del bolsillo.
-Sí, es él. ¡Míralo!.
El hombre empesó a correr para volver a interrogar al anciano. La mujer le siguió. El hombre no
estaba muy lejos.
-Perdone que le vuelva a molestar, pero dígame una cosa -le preguntó algo agitado- ¿Este hombre
no es usted?.
Le mostró la foto.
-Mmmmm... Este hombre se parece mucho a mi, es verdad... Además, ¡diría que soy yo!.
El otro hombre se quedó mudo. Después dijo:
-¿Y su nombre no es Giriundi Woo?
-No, perdóneme, me llamo Kindaresh Hokey. Está buscando a la persona equivocada. Le perdono, ya
que el hombre de esa foto es muy parecida a mi, je.
Se volvió media vuelta, pero el hombre le sujetó.
-¿Seguro que no es usted? ¿No nos engaña?.
-¡He dicho que no! Está cometiendo una equivocación. Ahora déjeme que sino llegaré tarde.
El hombre se volvió y miró a la mujer. El anciano sigió su camino algo más deprisa.
-¡Era él! ¡Te juro que es él! -exclamó el hombre.
-Si, como para no creer...
-¡Tenemos que hacer algo!
-No, no hay nada que podamos hacer... No cabe duda que esto es un engaño. No podemos detener a
ese hombre, porque no es Giriundi Woo.
-Pero, pero... ¡se escapa!. Mejor sigámoslo.
-¿Con qué fin? Lo hemos buscado aquí, hallá, y siempre hay algo extraño que nos desorienta. Esto
no es sencillo y tal vez nunca salgamos...
-Pero, pero... Por lo menos hagamos el esfuerzo... ¡no hay nada que perder!.
Ella pensó, pensó. Transcurrido un breve tiempo, dijo.
-De acuerdo, pero pienso que es lo mismo de siempre.
Y lo siguieron. Estaba algo lejos ya, pero al trote lo distinguieron doblando una esquina.
-¡Se va! -gritó él.
Siguieron corriendo. Al doblar a la esquina, volvieron a verlo. Se había detenido a comprar algo
en una tienda. Al salir, después de un lapso extenso, siguieron con la persecución sin que el
anciano los advirtiera.
Todo un día estubieron vigilándolo. Pasando el tiempo, se cumplieron dos días. Cumplido un tercer
día, ambos perdieron la esperanza.
-Temo darte la razón. Estabas en lo cierto... No era él.
-No, no lo es. Esto ha sido en vano, como todo lo demás.
-El anciano hace lo que cualquier anciano. No es él de ninguna manera... de ninguna...
-Vallámosnos -interrumpió la chica.
-Sí...
Y dejando el lugar, siguieron su interminable búsqueda para encontrar a la persona que los
sacaría de ese maldito lugar...
--==== by FLy ====--
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