Antes de todo, quiero pedir me disculpen por subir un poema que no es mío, quiero compartirlo y regalárselo a cada cuentero y poeta de esta página, me atrevo ha hacerlo por que cada uno de nosotros se ha colocado el nombre que mas le gusta, que mas le acomoda, que más quisiera llevar en cada ocasión, hay Libélulas y anémonas, Ignacias y Rodrigos, Palomas e Isadoras, Alamoshuachos y una blanca pola, mi peñi Newen y un enamorado Caselo, mi querida Victoria que lleva tanto numerito, Mentas calidas o mentaship, Mena y maravillas, y la janine, una India como el mundo real y de mi_mundo_paralelo y ondina, pieldelobo que tambien se baña en Vertientes, la kutty que reclama y la bella medeazul; Shou y Gui, un corsario y otro juanjara, Juanes hay por montones como el mismisimo Juan_poeta, gaviotas patagonias y mi gabiota (musa inspiradora de mi copla huachaca) y la clais, una marimar que versea como martin fierro y tiene Léxico de la España, como la mismisima tristana, tambien de las europas la Doro, Un Islero con su mudo sabio y un Orlando, que no se olvide a El Galo, una Aspacia y otra arianna, la dominga y la tiamatvampire, la nocturna taciturna y el adrian, el zergio y la nemesisamante (morena boricua) y del borinquen llegó Rodrigo y la Dainini, la fatamorgana y el lionel, la zule y la meci, la princesa que es baronesa de dudevant, hay para todos los gustos, y enre ellos también yo, que de nombres caramba que me olvido, por ello hoy solo me conformo con ser un CURICHE, ya que tantos hey tenido que hasta me olvido de cuales son propios y cual verdadero. Los dejo con…
LOS LOCOS
Roque Dalton
(Salvadoreño de nacimiento)
A los locos no nos quedan bien los nombres.
Los demás seres
llevan sus nombres como vestidos nuevos,
los balbucean al fundar amigos,
los hacen imprimir en tarjetitas blancas
que luego van de mano en mano
con la alegría de las cosas simples.
Y qué alegría muestran los Alfredos, los Antonios,
los pobres Juanes y los taciturnos Sergios,
los Alejandros con olor a mar!
Todos extienden desde la misma garganta con que cantan
sus nombres envidiables como banderas bélicas,
sus nombres que se quedan en la tierra sonando
aunque ellos con sus huesos vayan a la sombra.
Pero los locos, ay señor, los locos
que de tanto olvidar nos asfixiamos,
los pobres locos que hasta la risa confundimos
y a quienes la alegría se nos llena de lágrimas,
¿Cómo vamos a andar con los nombres a rastras, cuidándolos,
puliéndolos como mínimos animales de plata,
viendo con estos ojos que ni el sueño somete
que no se pierdan entre el polvo que nos halaga
y odia?
Los locos no podemos anhelar que nos nombren
pero también lo olvidaremos…
Roque Dalton vivió entre el 1935 y el 1975, pasó por Chile en los fines de los sesenta e inicios de los 70 cuando estudió Derecho en la Universidad de Chile, Enamorado de la vida y de las mujeres, amor de la Isidora Aguirre autora de “La pérgola de las flores”
Su muerte a tan tempana edad, una de las tragedias grandes de esta america castigada y bella
Curiche febrero 2005 |