Verano de 1956
Como la historia del amor me aparta
de las sombras que empañan mi fortuna,
yo de esa historia recogí esta carta
que he leído a los rayos de la luna.
Juan de Dios Pesa, Fragmento.
Este fragmento de poesía, lo leí en la Antología universal de poesías de mi Madre, ella atesoraba un cuaderno rayado, donde con su exquisita caligrafía, había copiado las poesías que le impresionaron mas, sin importar autores, idiomas o estilos, contenía cientos de poesías románticas de la era de los años veintes y treintas, en mi primera juventud yo era considerado el que mejor recitaba de mi inmediata familia y el menor de toda la tribu, por eso era el llamado a leerlas cuando el momento era propicio, por la visita de alguna vieja tía a la que por su cucufateria no hubiera gustado de:
Si poeta eres
y versos compones
desabróchame la bragueta
y cuéntame los botones.
El bendito cuaderno se perdió en la noche de los tiempos, pero los acontecimientos del último 4 de Julio, trajeron a mi memoria a mi madre, la poesía, el cuaderno y con ellos un tropel de otras poesías y recuerdos.
Viernes, 4 de Julio 2003
Cuando en Junio de 1983, decidimos mi mujer y yo, quedarnos a vivir en los Estados Unidos, tuvimos que quemar los barcos, derrumbar los puentes y abandonar las maletas en el lejano Perú, lo que no fue gran cosa, pues siempre fui un zingaro, yo era un tierno bebe cuando en junio de 1944 Roma se declaro Ciudad abierta, y ya todo estaba perdido para los italianos en la Segunda Guerra Mundial, mi padre arrojo el fusil y regreso caminando a Padova, con mi familia decidieron abandonar Italia… Tan pronto como fue posible con lo poco que se podía transportar en el barco, partió al Perú a recoger el oro de los Incas que estaba regado en las calles de Lima, cuando después algún tiempo y ante la sorpresa de que el oro ya se lo habían llevado otros, dejamos todo atrás y fuimos a la Selva Amazónica por dos años, a buscar la Fuente de la Juventud y a Ponce de León o que se yo, al cabo de los cuales terminamos en la Provincia Arrocera de Pacasmayo, en el puerto de Pacasmayo, donde mi padre era una autoridad del Ministerio de Trabajo del Perú; como podrás apreciar, muchos equipajes tuvieron que ser abandonados a lo largo del camino para poder ser una familia de Gitanos que se respeta; después de todo.... ¿Qué le hace una raya más al tigre? ¡Fato trenta fa trentuno....!
Cuando mi hija mayor vino a visitarnos por primera vez (ahora ella vive acá, esta casada con un gringo, tiene cuatro hermosos hijos y es feliz, aunque nunca lo confiese), trajo con ella algunos álbumes de fotografías y viejos libros dejados en Lima.
Hoy día por no se que razón, tal vez porque no teníamos nada mejor que hacer, mi mujer y yo hurgando en los álbumes empezamos a ver viejas fotos, sepias y borrosas como la memoria, algunas de su familia y otras de la mía, en algunos casos tratando de adivinar quien era la persona retratada, sin percatarnos que éramos nosotros mismos, treinta o cuarenta años mas jóvenes.
Yo empecé a hojear un viejo libro de quien fue mi héroe juvenil.
Sandokan il Tigre della Malasia escrito por Emilio Salgari.
Dal mare, Mompracem appariva come una roccia inespugnabile. Sorgeva improvvisa dall'acqua, tagliandosi contro il cielo, come fosse stata un piccolo scoglio. E non molto di più era, benché la sua fama e la fama dei pirati che l'abitavano la rendessero famosa dappertutto e in un certo senso la facessero diventare grande.
Cuando de entre la hojas cayo un papel amarilleado por el tiempo, una carta dirigida a mi, fechada cuando los chanchos tenían alas, no voy a copiarla toda porque necesitaría mucho espacio y algunos párrafos no son congruentes con la historia.
Pacasmayo, 18 de Enero de 1956.
Arturo:
…
Que saben tus 17 años lo que es la vida, todo lo vez blanco o negro y te olvidas del gris, se que te asustaste el martes en el malecón cuando perdí el sentido y me desplome al piso, entiendo tu frustración después que me besaste, el ver mis ojos en blanco, el sentirme temblar, el dolor de mis uñas arañando tu espalda y la impotencia de no poder hacerme despertar. ¿Como se todo esto si tu no me lo contaste?
Porque no es la primera vez que me pasa; he venido a Pacasmayo a recapacitar y decidir si me caso o no con mi enamorado, no se que hacer por que comprendo que no le podré ser nunca fiel y el lo sabe y no le importa.
Lo que yo tengo es una enfermedad incurable, se llama ninfomanía y se debe a que tengo un pequeño tumor cerebral alojado en el área sexual, que no puede ser extirpado, mi problema es físico, no soy una puta que desea sexo solo por el sexo, para mi es doloroso el excitarme y perder la conciencia, el nunca haber experimentado lo que es el orgasmo, pero desearlo y necesitarlo....
Espero me comprendas y puedas perdonarme....
Mónica.
No creo que puedan apreciar la historia sin conocer algo sobre los personajes y el entorno donde se desarrolla o sin comprender que esta narración no es un diario detallado de cada día, paso a paso los acontecimientos, muchos de los cuales están borrosos en mi memoria, es simplemente un relato hasta donde me acuerdo, de lo que aconteció en el verano de 1956.
Cuando el Gran Mariscal Don Ramón Castilla y Marquesado, por Decreto del 5 de Diciembre 1854 en Huancayo, de un plumazo proclamo la Libertad de cuarenta mil esclavos Negros, origino un tremendo problema de mano de obra para los sembradores de Algodón de la costa peruana, que fue solucionado por otro tipo de esclavitud esta vez Chinos que ya habían comenzado a ser importados, 75 chinos procedentes de Macao llegaron al puerto de El Callao el 15 de octubre de 1849. Hacia 1882 caducaron los últimos contratos de trabajo y los restantes de los 96,207 coolíes traídos al Perú lograron su libertad, se volvieron cocineros y crearon el “Chifa” (restaurante de comida China) que invadió todas las ciudades y los paladares o se volvieron agricultores y sembraron arroz en la Provincia de Pacasmayo, algunos hicieron fortuna.
Pacasmayo era un Puerto de primera magnitud ubicado en la calida región norte del Perú, tenia un magnifico Malecón, y estaba rodeado de Ingenios Arroceros y Chacras de terrenos con curvas a nivel para empozar el agua necesaria para el cultivo del arroz, y algunos cultivos de LauTau (Frejolito Chino).
El malecón de Pacasmayo tenia aproximadamente 1,200 metros de largo, flanqueado en el Sur por el local del Club Pacasmayo y el viejo Pino (único árbol vivo de los plantados en 1943), al norte casi al final, el Muelle con la línea de Ferrocarril que se usaba para embarcar directamente en las naves, el cobre de las minas de Quiruvilca, luego unas dunas de arena que lo separaban de la Boca del Rió (pretencioso nombre era solo un riachuelo que pasando a través del barrio de los prostíbulos que todo puerto decente debe tener, venia a morir en el mar), y al Oeste sobre un cerrito El Cementerio Municipal.
Pasando el riachuelo; el Ingenio Arrocero de los Ugaz, con sus montones de pajilla de Arroz quemada de un hermoso color rosado, que permitió al Químico inventar el Pulíton, que no era otra cosa que esa ceniza (que se recogía gratis) mezclada con un poco de detergente; se vendía muy bien en todo el Perú, para limpiar ollas y sartenes en los buenos tiempos, cuando todavía no se había inventado el Teflón y era necesario restregar, lo cierto es que el Químico hizo una fortuna que después despilfarro con Putas y falsos amigos.
Las casas de los pudientes de la Provincia estaban construidas a lo largo del Malecón, con un par de excepciones, junto al muelle la Ferretería SIDECSA, donde yo compraba las balas .22 para mis cacerías, la Plazoleta Bolognesi con su Iglesia y al centro el local del Banco de Crédito del Perú, un conjunto de calles desembocaban en el Malecón Grau que tenia faroles ornamentales iluminando la baranda de concreto, que lo separaba de la arena que se extendía a todo lo largo de un mar calmo y de poca profundidad, la vereda del Malecón estaba franqueada por bancas de concreto y una que otra Palmera raquítica y por supuesto el Pino; como te darás cuenta la vida social del Puerto se desarrollaba a lo largo y ancho del Malecón.
La Plaza de Armas estaba situada a escasos cien metros del Malecón, ocupaba una manzana ( Unidad de medida arcaica, cuadrado de cien por cien metros.), tenia escasa vegetación y lo único notable era el Hotel “La Estación”, el Policlínico, un Salón de Billares donde los chicos matábamos el tiempo libre, la Compañía de Teléfonos, la Heladería y la casa de don Benjamín, caballero chino, uno de los mas ricos agricultores de Arroz en la provincia, casado con un ángel español que hacia caridad a diestra y a siniestra, sin nunca salir de su casa, tenían varios hijos muy bien educados, de los cuales Los Mellizos eran mis amigos, compañeros de pasatiempos y cacerías y que un poco mas tarde, naufragaríamos juntos en La Barca.
Viernes, 22 de Diciembre de 1955
Hoy ha sido el último día de Colegio, es la clausura del año escolar y para mí el ultimo día de Colegio Secundario, logre pasar, conseguí notas aprobatorias en Literatura gracias a que escribí un Cuento para la Revista del Colegio, y en Psicología gracias a que dormía con la Profesora Victoria Robles (cuarentona, viuda y buscando desesperadamente quien llene el vació que dejo el difunto); no recibí medallas o notas honrosas, simplemente un Diploma y la responsabilidad de enrolarme en la Universidad para ser un hombre de bien, como decía mi mamá o seguir los consejos de mi papá, que una vez me dijo:
Arturo estudia para Militar, porque en este país el límite es ser Presidente de la Republica o metete a Cura, porque tienes casa, ropa y buena comida gratis, tomas buen vino, eres una autoridad en el pueblo y te acuestas con las mejores mujeres.
Después nos reventamos de la risa; como sea, seguí el consejo de mamá, y en Febrero debía estar en Lima, en casa de una Tía putativa, para gestionar mi ingreso a la Universidad de Ingeniería; quería ser Ingeniero Mecánico; el tiempo jugo sus cartas y a las finales he sido de todo, pero nunca he sido Espía o Ingeniero Mecánico, claro que nunca me acusaron de ser Ingeniero Mecánico.
En la tarde fui a San Pedro de Lloc y termine mi relación amorosa con Anabel para no tener que regalarle nada por Navidad, cuando regrese a mi casa allí estaba Pocha, conversando con mi hermana, parecía que le habían contado lo de Anabel. Me pidió que la acompañara a su casa y en el trayecto se me insinuó, pero ya venían todas las visitantes a pasar el verano y no quise comprometerme.
Si nunca has estado en verano en un Balneario, para de leer este cuento, no vas a entenderlo.... Es la locura, los hijos de los lugareños que regresan de las ciudades grandes por vacaciones, traen consigo amigos ha pasar el verano en la playa, las chicas toman la vida de manera fácil, saben que nada será terrible, e intentan divertirse lo mas posible, hay fiestas y paseos, amores fugaces y uno que otro permanente, las posibilidades de acción son infinitas, por eso no caí en la trampa de Pocha y simplemente silbe. Yo había estado casi todo el año, saltando de los brazos de Anabel a los de Pocha y viceversa, simplemente terminaba con una y visitaba a la otra, las dos estudiaban el mismo año en el Colegio de Madres de San Pedro de Lloc y creo que hasta intercambiaban impresiones con respecto a mi, cuando una de ellas me paraba la mano en mis incursiones atrevidas, peleaba con ella y me iba donde la otra y de esa manera cada día lograba llegar mas lejos, con ninguna de las dos recorrí todo el camino, pero llegue cerca.
Veinte años después (que veinte años no es nada, que me lo cuenten a mi), cuando yo era todo un playboy que no creía en el amor y todas esa farsas, me encontré con Pocha en Trujillo, ella estaba infelizmente casada con un idiota nativo de Pacasmayo, tenia una hermosa hija; la lleve a bailar, en la Discoteca le deslice un besito juguetón que ella respondió, seguí con mis avances y le agarre las tetas, hasta que ella me dijo casi jadeando:
-Tu lo que quieres es acostarte conmigo, por que soy una mujer honrada.
Yo me mate de la risa, si hubiera sido Pinocho le crecía la nariz, la lleve a casa de su hermana sin que pasara nada y me olvide de ella, dando gracias al cielo de que nunca hubo nada realmente serio entre nosotros.
Domingo, 24 de Diciembre de 1955
La mañana en la playa, todavía no han llegado las visitantes, pero todos los muchachos estamos excitados con la idea de lo que se viene y apostando quien conseguirá mas chicas yo me excluyo, voy a viajar a Lima en un mes y perdería.
En la tarde unas partidas de Billar con la Pandilla, visita a la casa de Los Mellizos para ver su nueva carabina Winchester Calibre 30.30 regalo de Navidad, matamos el resto de la tarde conversando sobre la próxima cacería de Osos planeada para cuando yo regrese de Lima, un par de meses después realizamos la cacería, casi nos cuesta la vida aprender que 30.30 es muy poco para Osos.
En la noche la Cena de Navidad, intercambio de regalos, la taza de chocolate caliente, yo no le regale nada a nadie, pero encontré regalos de todos, inclusive Pocha que los había puesto en el árbol con la complicidad de mi hermana.
Desde el Lunes, 25 de Diciembre hasta el Sábado, 30 de Diciembre de 1955
Llegaron los estudiantes con sus amigos y amigas, algunas eran conocidas de el Verano anterior, otras eran nuevas y tal vez por el hambre o la idea del futuro; todas lucían hermosas, la Pandilla y yo nos reuníamos en la playa a tomar baños y hacer planes, la noche del 25 celebramos la navidad con las putas.
Domingo, 31 de Diciembre de 1955
La tan esperada Fiesta de Año Nuevo en el Club Pacasmayo, los organizadores habían tirado la casa por la ventana, mejor dicho por la baranda, el club tenia una Terraza construida sobre pilotes que terminaba sobre el mar; a un costado el bar con gaseosas para las chicas y cerveza para los chicos, cortesía de la directiva del club; adentro en los salones, una larga mesa con bocaditos diversos, a la media noche se abrirían botellas de Champagne francés, donado por el padre de Augustita (dueño de un Ingenio y agricultor) y se esperaba un Arroz con Pato a la Norteña, a punto de parida (aguadito) para rematar la noche.
La asistencia era estrictamente por invitación, no era necesario controlar a la entrada, porque como en todo pueblo, todo el mundo conocía a todo el mundo.
Para mi sorpresa, se había contratado una Orquesta para amenizar la fiesta y para deleite de los bailarines, cuando empezaron a matar la música, encontré que los componentes eran los muchachos de la Banda de Guerra del colegio que habían formado esta agrupación con fines de lucro; desentonaban bastante bien si se tiene en cuenta que nunca habían ensayado, esa noche Xiomara Alfaro se rompió las manos Moliendo Café, El Cerezo Rosa produjo manzanas, la Flor sin Retoño se cayo de la maceta, y yo me clave varias veces Eres como una espinita, si el Trío Los Panchos hubiera estado presente estoy seguro que los mata, El Reloj atrasaba la hora y Esa Maldita Pared fue derrumbada ante el clamor popular, baile con las nuevas chicas y también tuve que hacerlo con las conocidas (después de todo el verano solo dura tres meses y uno tiene que vivir todo el año), Anabel como que me saco a bailar ella misma, intentando el amiste pero el verano no perdona; comimos demasiado, los chicos terminaron borrachos, porque los viejos se emborracharon también y descuidaron el bar, yo de lo mas bien nunca me gusto emborracharme.
Yo me le resbale a una chica venida de Lima, compañera de Augustita en el colegio Santa Ursula (de monjas alemanas) y a pesar de que yo era uno de los solteros mas codiciados del puerto, la chica solo me dio esperanzas pero no dijo si, para no parecer chica fácil.
En resumen una gran fiesta, no tan buena como otra a la que asistí sin invitación como seis o siete años mas tarde, en donde; cuando empezaron a circular los bocaditos, el dueño de casa apago la Radiola se paro en el centro de la sala y dijo:
Silencio por favor… si alguien piensa que esta fiesta esta degenerando y se esta convirtiendo en una orgía sexual, que se vista y que se vaya.
Lunes, 1 de Enero de 1956
Dicen que la distancia es el olvido
pero yo no concibo esa razón
porque yo seguiré siendo el cautivo
de los caprichos de tu corazón.
Supiste esclarecer mis pensamientos
me diste la verdad que yo soñé,
ahuyentaste de mí los sufrimientos
en la primera noche que te amé.
Hoy mi playa se viste de amargura
porque tu barca tiene que partir
a cruzar otros mares de locura,
cuida que no naufrague tu vivir.
Cuando la luz del sol se esté apagando
y te sientas cansada de vagar,
piensa que yo por ti estaré esperando
hasta que tú decidas regresar.
De Los Mellizos; Armando tocaba mas o menos la guitarra, el otro nos acompañaba con el sentimiento, Químico, El Pela, Alberto, Dios, El Pájaro Rosas, dos Cadetes de la Aviación que visitaban por vacaciones, y cuatro o cinco mas me acompañaban, estábamos en el Malecón Grau, frente a la casa de Augustita dándole una serenata a las chicas del Santa Ursula, yo tengo una entonación de salir corriendo, pero nunca quise aceptarlo, era la primera voz... No contamos con que la marea estaba alta, y las olas reventaban fuerte en el Malecón, las chicas salieron al balcón pero con el ruido no escucharon nada y La Barca naufrago.
Yo tenia ganas de llorar, pero como los hombres no lloran, nos fuimos donde las putas a ahogar nuestras penas en cerveza y a que El Pela visitara a Rosita.
Desde el Martes, 2 de Enero hasta el Sábado, 13 de Enero de 1956
Las fiestas se sucedían una tras la otra, el las haciendas, en los Ingenios, en La Playa Boca del Rió (Otro rió), en el pueblo de Jequetepeque a desenterrar un botijon de Claro de diez años, chicha de maíz que se enterraba por muchos años para que se asentara, en algunos casos, pasaba de generación en generación, consignado en los testamentos como un bien muy preciado, con el tiempo se hacia transparente y cambiaba su sabor, es lo único notable en ese pueblo fantasma.
La chica del Santa Ursula prefirió ser mi amiga solamente, esa amistad duro más de quince años y ella me sirvió como celestina un par de veces, luego emigro a Alemania con su marido y nunca mas supe de ella.
Domingo, 14 de Enero de 1956
En la tarde regresando de la peluquería, afeitada con paños calientes y masaje de boncilla por un sol cincuenta, preparándome para la fiesta de la noche en el Club San Pedro de Lloc, al cruzar la Plaza de Armas me tropecé con una cara nueva, alta, buen cuerpo, pelo largo (oscuro sin ser negro), pantalones sueltos y blusa recatada, algo mayor que yo, facciones suaves, casi bella, estaba sola y su postura lucia formal, la mire con desfachatez y ella me ignoro limpiamente, cuando estaba por levar anclas con mi dolor a cuestas, aparece Ana Maria compañera de Colegio en el Andrés Razuri, ella pertenecía a otro nivel social (valiente tontería) y no era invitada a las fiestas y comilonas del verano.
-Arturo.... ¿Conoces a mi prima Mónica?
A venido a pasar unos días en mi casa, esta que se aburre la pobre, como yo me estoy preparando para la Universidad, no tengo tiempo para pasearla ni nada.
-Tanto gusto Mónica.... acabas de contratar un cicerón.
-¿Que planes tienes para mañana?
-Ninguno, ir a la playa, leer un libro, he venido a descansar y a pensar.
-¿A que hora nos encontramos en la playa?
-Anda a buscarme a la casa de Ana Maria cuando quieras, no tengo programado salir.
Esa noche en el baile, me divertí a lo grande baile como un trompo, bese a Pocha en el cachete para joder a Anabel que estaba tratando de agarrarme de nuevo, en otras palabras normal, sin novedad en la batalla del verano.
Lunes, 15 de Enero de 1956
Me levante tarde, una ducha de agua fría, desayuno con “Tamal” y café con leche, conversar con mi hermana sobre las chicas, ella era casada, tenia ocho hijos pero siempre fue del grupo, era amiga de Pocha y me la ponía por los ojos a cada rato, pero también me decía que no la tomara en serio.
Como a las dos de la tarde (mi memoria no es tan buena), subí la cuesta que llevaba a la casa de Ana Maria, al llegar Mónica salio inmediatamente, parecería que estaba esperándome caminamos hacia el Malecón, nos tendimos en la arena a tomar sol y conversar tonterías que no recuerdo, de improviso se levanto y camino hacia el mar, tenia un muy buen cuerpo, abultado al frente en la parte superior, como Dios manda.
La acompañe a casa, quedamos en encontrarnos en la noche (¿En dónde?), en el Malecón.
Esa noche, solo sus ojos fueron míos,
mas sus labios no me atreví a besar.
¿Por qué? Yo me pregunto ahora
si fue la noche azul, que yo soñaba.
La acompañe a casa.
Martes, 16 de Enero de 1956
Desde temprano con toda la Pandilla a la Hacienda Ludifico, pachamanca en honor a las invitadas, tengo que explicar que es pachamanca: en un hueco en la tierra pones piedras en todo el fondo, luego haces un fuego de leña hasta que las piedras están realmente calientes, retiras el fuego y pones hojas de plátano en todo el fondo, sobre las hojas todo tipo de carnes y salchichas, choclo, papa, camote y otras verduras aromáticas, mas hojas de plátano y lo tapas con tierra, unas tres o cuatro horas mas tarde desentierras y a comer; delicioso.... luego recoger fruta en la huerta, poca cerveza y regresar a Pacasmayo; consumió todo el día.
Miércoles, 17 de Enero de 1956
Yo tenia que cumplir con la Pandilla y las visitantes, Mónica se movía en un circulo diferente, ni soñando podría encontrarme con ella y con los muchachos al mismo tiempo, dedique la mañana a la playa con el grupo y al caer el sol fui a buscar a Mónica, se alegro de verme, salimos a pasear ya saben donde.
La bese suavemente, me beso, nos sentamos mirando el mar, nuestros besos comenzaron a ser cada vez mas intensos, de manera inesperada Mónica perdió el sentido en mis brazos, pucha que me asuste, empecé a llamarla.... darle cachetaditas, al fin volvió; seguimos hablando y besando y suacate, de nuevo al suelo.
Cuando se normalizo se paro y me pidió llevarla a casa de Ana Maria; en el camino casi no hablamos, le pregunte que le pasaba pero eludió toda respuesta.
Viernes, 19 de Enero de 1956
Viernes día de putas, Yo y El Pela fuimos a buscar al Químico, todos juntos recogimos a Alberto, Dios medio que no quería ir pero lo convencimos, El Pájaro Rosas era siempre materia dispuesta.
Por su puesto fuimos a “La Flor de Paris” donde ejercía Rosita el amor de El Pela, El Burro Mejia ya estaba en el salón. En este prostíbulo nos permitían comprar una botella de cerveza y tomarla en copitas para que durara mas, mientras bailábamos y conversábamos con las niñas y Rosita no le cobraba a El Pela, yo siempre he tenido una relación cordial con las putas, éramos amigos pero nunca me acosté con una de ellas, a pesar de que más de una se ofreció a hacerlo gratis conmigo.
Los rufianes que administraban a las meretrices, nos miraban con malos ojos pero no decían nada, desde lo acontecido.
Seis meses atrás
Estábamos toda la Pandilla sentados en una mesa, tomando cerveza con cuenta gotas mientras El Pela (flaco, dos metros siete centímetros, aprendiz de idiota), bailaba con Rosita, la que había iniciado el rumor de los treinta centímetros, cuando Dios me dice:
-Mira Tigre, el caficho…
El administrador de Rosita se acercaba a El Pela blandiendo una cuchilla, yo agarre la botella de cerveza y la rompí en la cabeza del rufián, medio litro de cerveza se desparramo por el suelo, junto con el hijo de puta, se armo la pelea del siglo, sillas rotas, mesas destrozadas, El Burro Mejia rompió una botella y la usaba como cuchilla para amedrentar a los delincuentes, no se quien me arrimo un botellazo en la quijada que me hizo dormir.
Al despertar; la Policía ya había llegado (tenían un contrato con la casa para asegurar el orden), terminamos todos en la Comisaría, a mi me llevaron al Policlínico para que me cosieran la quijada (todavía tengo la cicatriz, como una condecoración), cuando regrese…. El Subprefecto de la Provincia Coronel Mejia, ya se encontraba presente y orgulloso de que su hijo no se dejaba joder por ningún proxeneta, se porto a la altura de las circunstancias, obro como juez en la materia y dictamino:
1-Si en el burdel nos volvían a hacer problema, lo cerraba definitivamente.
2-Los Proxenetas veinticuatro horas de calabozo.
3-A nosotros que no contáramos a nadie lo sucedido.
Y dijo:
-Como me gustaría tener su edad para armarla, carajo.
En el burdel Dios (Diosdado Villa hijo del dueño de la fábrica de gaseosas) se encontró con un viejo amigo, no recuerdo el nombre era un aprendiz de Medico en vacaciones, después de unas copas y bailes le conté mi susto con Mónica, sin decir nombres (los caballeros callan esas cosas), su respuesta me dejo atónito:
-¡Tíratela! y me dio la definición de ninfomanía.
Seguimos bailando con las putas, que nos pidieron que nos fuéramos temprano para poder ganar algo para darles a sus hombres, para que no les pegaran.
Me puse a pensar: Que triste es la vida de las mujeres de la vida alegre.
El Pájaro Rosas le pregunto a El Pela:
-¿Por qué no administras tu a la Rosita?, típica de El Pájaro Rosas.
Al llegar a casa encontré una carta que me había llevado Rita, la pueden leer, esta incluida al principio de esta narración.
Sábado, 20 de Enero de 1956
En la mañana la playa con la Pandilla y las visitantes, en la tarde fui a buscar a Mónica, esa noche me la tire y se desmayo tres o cuatro veces entre los pilotes, bajo la terraza del Club Pacasmayo.
Martes, 23 de Enero de 1956
Cumpleaños de mi hermana, en la mañana fui a buscar a Mónica, salio Ana Maria, Mónica había viajado la noche anterior para casarse con su novio.
Domingo, 28 de Enero de 1956
Cumplí dieciocho años, no hubo fiesta.
Jueves, 18 de Mayo de 1956
Comenzó a escribirse mi Historia de Amor sin yo siquiera sospecharlo, nació en Padova-Italia pesando dos kilos novecientos cincuenta gramos y con ictericia, quien estaba predestinada a veinticuatro años mas tarde ser mi mujer....
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