El miedo, por ejemplo, es una de las cosas en la vida que es blanco o es negro. Porque una cosa es el suspenso, y otra es el miedo.

Para ponerlo de una manera que entiendas...
Así como existen diferentes temas y maneras de hacer una película de terror, existen tipos diferentes de pesadillas. La mayoría de las películas, te asustan de momento, te hacen saltar del mueble, de la silla, en el momento te tapas los ojos y el mal pasa, la música de suspenso cesa y los personajes se meten más y más en una casa para que los atrape el tipo malo. Suspenso es cuando te grito en un triple arranque de rabia y obstinación, y pasan dos días antes que me hables de nuevo, y yo esperando, y cuando me hablas, nada pasó.

Ahora, por otro lado, está el Resplandor de Kubrick: de buenas a primeras estás encerrado en una casa de la que no puedes salir, que pa' mas te vuelve --podría decirse-- demente, nunca puedes saber lo que va a pasar, y lo que te acecha es una fuerza silente que sale por las paredes, brota de la nieve y sangra por los ascensores. entiendes?

Así es el miedo, y más o menos las pesadillas. La gran mayoría te levanta con taquicardia sin que le importe si es de mañana, de tarde o de noche, si estás cansado o necesitas dormir bastante, no le importa y te despierta de un salto, pero después del salto no es más que eso, una pesadilla, y más o menos desde los 6 años, nos vienen diciendo que no son reales, que los sueños no son reales. Es que, vamos, por favor, tú y yo sabemos que hay cosas fantásticas e increíbles en este mundo, pero las paredes del cuarto no van a comenzar a cambiar de color y figura, y va a salir un monstruo de 5 metros a perseguirte por tu cuarto que de repente!!! es una escalera!! Pero igual nos pegan un buen susto.
En cambio, hay unas pesadillas que no nos asustan... pero sí, son pesadillas, porque dan terror verdadero, te levantas cada día rogandole al cielo que no se vuelvan de verdad, porque en el fondo sabemos, que hay sueños que son reales.

Anoche, por ejemplo, soñé que yo tenía diecinueve añitos, y me había casado. Wow, un cuento de hadas. La pesadilla: no era contigo.
No me malentiendas, yo no soy de las que pelea contra blancanieves, o la bella durmiente, diciendo que pone estándares falsos para que las niñas vivan, que da ejemplos poco realistas de lo que debería ser la realidad... hay que tomar en cuenta el simbolismo, no? Bueno, hay unas veces que no se puede ser tan rojo ni tan blanco, hay que ser rosado y creer en el mundo y en el bien.

Lo digo porque de ese sueño me desperté de golpe tan triste... cuando ahi en ese mundito, estaba hablandome mi esposo y le dí un abrazo, cuando solo podía ver su cuello, ya de cerca y con detalles, oliendole el perfume y analizando sus lunares y el color de su piel por diferencia de tonos... me dí cuenta que no eras tú. Uno pensaría que sería más obvia la diferencia entre él y tú: De lejos no lo hueles, lo ves borroso, apenas lo distingues, pero cuando tienes que llegar a casa a él todos los días y plantarle un beso y decirle mi vida... ahí si se nota la diferencia. Y sabes cual es? Que a tí no tendría que llegar a casa... a tí, naturalmente querría llegar en la noche, y a mediodía, y a las cuatro treintaydos de la tarde, y a las nueve diecisiete del dia... Créeme, yo sé que la vida en pareja no siempre es así de linda y de perfecta, pero mi pregunta es... no es aunque sea un poquito más perfecta cuando el deber se vuelve un derecho?

Y la realidad de ese argumento me colerizó en el sueño, no sabía cómo enfrentar que había jurado ante Dios, amarlo, sabiendo a todas voces esquizofrénicas, que no lo amo!! despertar conscientemente mentirosa! vivir sabiéndome crudamente hipócrita!!!
Era infinitamente más desesperante que ver a Wendy huyendo de Jack por las escaleras.
Y tú que has visto el Resplandor, tú que leíste críticas a Shelley... tú que la viste corriendo exasperada por las escaleras, queriendo huir, creyendo que iba a morir... dime tú, cómo levantarme así? cómo descansar, cómo comer, cómo vivir?!!