“...finalmente las sombras se han alzado” Eddie Vedder sobre un pedestal de barro te yergues y tus pies se hunden. descalificada por tu propia palabra no aprecias lo que eres ni lo que ya no serás. madre mujer, sierva de las letras, te inclinas ante el dios invisible y te pones a disposición del desconcierto. la duda te mece y te amamanta tras el maquillaje de perfección. luna eterna tras el coloso en el eclipse del talento con cuidado, sin despertar a los ángeles sellas las salidas del infierno y dejas tu última huella. de rodillas ante la blancura fatal inhalas la perdición cumpliendo los presagios. ...y allí te encuentran, en el lugar de las comunes, desplomada, sin aliento. el dios invisible invadió tus pulmones llevándote al lugar del que nunca debiste irte.
Texto agregado el 04-02-2005, y leído por 128 visitantes. (1 voto)