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Tantas veces me perdí. Tantas veces me sigo perdiendo... Sigo deambulando en un cuento de Borges, dando vuelta en los laberintos y chocando, rompiéndome las narices contra los espejos. Me pierdo... Y no me encuentro.
Destrozo un espejo y ansío la mala suerte. Paso el salero de mano en mano y esquivo la mierda de perro que veo en el césped. Paso por debajo de todas las escaleras, enfrento cada gato negro que encuentro en mi camino, y de ser posible lo atropello. Barro mis propios pies, apoyo la cartera en el suelo, no hago cuernos cuando aparece Menem (MENEM-MENEM-MENEM) por televisión. Todo lo posible para atraer la mala suerte. Y nada alcanza. Ni la suerte, buena o mala, pueden ayudarme. Sigo perdida.
La perdición es una cuestión de fe, y eso es exactamente lo que me falta. Fe.
Fe en que las cosas puedan mejorar. En mí. En las ramas de los árboles. En las personas que no conozco. En las que conozco pero no me inspiran confianza. En las que me inspiran confianza y luego me decepcionan. En las que no me registran. En las que quiero. En las que no quiero. Fe humana y no humana. En el cielo, en la tierra y en el agua. No sé si tuve fe, si la perdí o nunca la encontré. ¿Será innata? ¿O adquirida? ¿Podrá Chomsky ayudarme? Mi fe debe estar escondida tras alguna tela de araña que nunca será limpiada, porque nadie habitará la casa en la que se encuentra. Ese recoveco será olvidado y adiós para siempre a mi fe. La perdí.
Perdí el amor por la amargura y por el dolor. Perdí el sabor de la sangre en el paladar. Perdí una tarjeta del banco. Perdí el tren en que viajaba mi inconsciencia. Perdí la locura por las pequeñas cosas. Perdí esas pasiones. Perdí mi aro de unicornio. Perdí mi niñez. Perdí mi adolescencia sin haberla vivido. Y gané mucho. Pero hoy me duele lo que perdí. Y me pierdo, cada vez más, en esta vida urbana que me deja boqueando porque perdí la capacidad de escribir en el agua.
Elle Plath (leticia)
Banda de sonido: “Karma Police” (Radiohead).
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Texto agregado el 04-02-2005, y leído por 124
visitantes. (2 votos)
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Lectores Opinan |
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07-03-2005 |
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Viví profundo pavor al escuchar tres veces repetido el nombre abominable...
Mi corazón no tolerará otra conjunción de palíndromos como esa. Excelente texto. Pero, a juzgar por tu bio, eso ya lo sabes...
Saludos. orlandoteran |
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28-02-2005 |
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Eres gris... Eso es excelente. Felicidades.
¿Que opinas de mis tectos? (solo si no te molesta) daggaz |
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