Simplemente sales y cierras la puerta
Sin pensar. Y cuando te das vuelta y miras
de lo que has hecho, es demasiado tarde. Si esto te suena
como la historia de una vida, está bien.

Esta lloviendo. Los vecinos tenían
la llave no estaban. Probé y probé
con la ventana de abajo. Observé
adentro del sofá, las plantas, la mesa
con las sillas, el estéreo.
Mi taza de café y el cenicero me esperaban
Sobre al mesa con tapa de vidrio, y eso
Me partió el corazón. Dije hola amigos,
o algo así. Después de todo,
esto no era tan malo.
Me habían pasado cosas peores. Esto incluso
era un poco divertido. Encontré la escalera.
La llevé y la apoyé contra la casa.
Después bajo la lluvia y trepe hasta el balcón,
Salté la baranda y probé la puerta. Que estaba
Cerrada, por supuesto. Pero igual miré adentro,
Mi escritorio, algunos papeles y mi silla.
Esta era la ventana del otro lado
Del escritorio hacia la que alzaba la vista
Y miraba para fuera cuando me sentaba allí
Esto no es como la planta baja, pensé.
Esto es otra cosa.
Y era algo mirar hacia adentro así, sin ser visto
desde el balcón. Estar allí, adentro, y no estar allí.
Ni siquiera creo que pueda hablar de eso.
Acerqué la cara al vidrio
Y me imaginé allí adentro
Sentado ante mi escritorio. Alzando a la vista
De mis delirios de vez en cuando.
Pensando en otro lugar en algún otro lugar
Y en algún otro tiempo.
En la gente que me había amado entonces.

Durante un minuto me quedé bajo la lluvia.
Sintiéndome la más afortunada de las mujeres.
Aún cuando me atraviesa una ráfaga de dolor.
Aún cuando me sintiera violentamente
Avergonzada
Del daño que entonces había hecho.
Hice trizas esa bella ventana
y volví a entrar.