Es hora de hacer un contrato final de las cosas que inician en la imaginación de las personas, para evitar que naveguen sin ton ni son por las inmensidades del cuerpo especialmente en las noches cuando aprovechan para matar y terminar con los despojos de alguien que ya no sabe quien es ni si quiera sabe si es tonto o no lo es, si es o simplemente se le paso el bus que esperaba y se quedo mirando la inmensidad azul con la boca abierta tratando de entenderse y entender en un minuto lo que posiblemente su corazón y digo corazón, no mente por primera vez hace regresándolo a la primera canción que hablaba de estrellas y otra vez y otra vez hasta que siente que ya no puede más y sin embargo sigue ahí en frente de una computadora en la misma noche solo que ya no hay buses solamente trenes viejos que mueven la tranquilidad a intervalos de tiempo, ni el frío, solo está ahí en las ventanas por que no lo toca pero está ahí chorreando gotas de vapor, de los trenes, de él y de la luna, si digo luna, por que la esta mirando el calendario y hoy mira la luna en vez del número correspondiente, pero era ayer y hoy ya no quiere alzar la vista para saber que sigue y que ya nadie lo mira, a nadie le importa a pesar que ha recibido una tarjeta para una fiesta, con una pequeña muñequita que le resultó áspera y ruidosa por el celofán que estaba envuelta, sigue ahí estado en la pequeñez de esa habitación que había sido reconstruida solamente para que estuviera a gusto con las cosas mientras terminaba de vagar en la nada de sus ideas, olvidó que pequeñez es con zeta y corrigió la máquina su error, se dio cuenta que ya no era necesario se levantó y dejó que las cosas siguieran pasando en su mente y se detuvo a mirar como las cosas se desvanecían para regresar al viento del ventilador a la noche de la pantalla apagada y a su luna que estaba ahí moviéndose en la hoja de su calendario.

Trémulamente has llegado a ocupar el lugar de la obsesión psicópata como alimentando cada día el deseo de matar un niño, ese niño que es la idea fija de ti. la luna hace lunáticos a los incapacitados para retenerla en cuarto menguante y dejarla ponerse embarazada para parirles en la cara su belleza, es ahí cuando las personas se embelezan ya no miden solo siguen los instintos primitivos que las hacen ser felices que les hacen ser quienes no quieren pero que les da el suministro de lo amargo que necesita el preludio del apareamiento social, el dolor que ayuda a guardar por más tiempo la sensación de satisfacción o el desánimo cuanto fuera lo que cambia se casaron y vivieron felices para siempre o precisamente se casaron o vivieron felices para siempre, una letra de diferencia.

Como una mariposa es cuestión de transformaciones, sí, es mas útil ser un gusano, pero no puedes, ayer has sido vulnerable a las palabras mezcladas de historias que te han removido las entrañas hasta dejarlas tendidas en el bar en donde estas presenciando con distinguido masoquismo tu propia autopsia, que sería si dejaras la petrificación y te levantaras saliendo estrepitosamente de la habitación sin mirar a nada de lo que parece por que en realidad no son sino las cosas que han podido suceder en aquella noche pero que fueron interrumpidas de repente por el llegar de aquel hombre pequeño y malencarado que aparenta hacerte tener miedo, más tu te has parado ahí y a pesar que has imaginado salir huyendo de la situación únicamente has empezado a mover tu pierna con agitación por debajo de la barra y sonriendo de manera estúpida pretendiendo captar todas las frases dichas, sigues ahí hundiéndote sin saber por que no te has levantado. Mañana inicias una nueva vida aparte de las personas que has tenido que conocer hasta la realidad actual, lejos de las caras que te han molestado y de las que ciertamente no te han logrado ni siquiera molestar, que cosas era o es lo que te hace o te hace pensar por lo menos que no debes soportarlo más, sin embargo sigues ahí. ¿Qué esperas realmente para salir de ahí? Acaso el camino no es claro, únicamente dos sillas y una pequeña mesa de centro que bien esquivarías sin cuidado, o las apartarías sin problema ¡Decide que hacer! Levántate ahora que la camarera ha llegado a preguntar sobre las bebidas y él observa sus piernas, no notara tu ausencia y podrás correr hasta la salida sin causar ni un poco de viento, a lo mejor decide salir después para mirar donde estas, pero ya habrás parado un taxi subido y respirado en su interior pensando en que la persona que dejas atrás se quedará ahí y no saldrá en otro vehículo en una persecución sin sentido por que obviamente tu chofer no emprendería un juego de policías y ladrones, te has dado cuenta que la media se ha corrido, tratas de remendarlo con esmalte más te das cuenta que no tiene sentido solamente estas tú y la noche que no le preocupará en lo más mínimo. El taxi se detiene y extiende tu mano hacia ti, pones el dinero y te bajas para apresurarte a abrir la puerta con la llave que tenías preparada desde que te subiste, el pasillo está gélido por la tormenta de hace dos horas, subes por las gradas pero regresas a buscar el ascensor no quieres subir por el corredor, suena el clic y regresas a tu mundo.