Hermanos en defunción
Lado 1
Matías, quizás estos códigos sean las últimas visiones de hermanos, de seres humanos que nos hacen ser personas, construyendo una magia global, en cada sentimiento de nuestras esencias, en cada dificultad que nos acongoja.
Tú solo rebozas de fuerzas a cada persona, hasta él más mínimo ente viviente, lo bañas de alegría intima y una sensibilidad absoluta, para seguir combatiendo con esta maldita pena póstuma de nuestra generación.
Solo queda alzar nuestras voces traducidas en una fraternidad de sensibilidades pasadas, así edificando nuestro eterno futuro de hermosuras híbridas, bienvenido hermano, bienvenido a al hogar de mí corazón.
Lado 2
Ahora que la jornada nos ha sitiado en dos viajes disímiles a desnuda perspectiva, pero con un límite en común, para nuestra conciencia, desde él inicio de mí ocaso urbano, desde mis tañidos te exclamo.
Si bien circularan un millar de conflictos, eternamente habitarán nuestros sueños para continuar vegetando en esta esfera que incontables veces nos consideramos unos auténticos extraños.
Pero perpetuamente, perpetuamente adivinamos él pensamiento del ente más altruista, números de pensamientos que divulgarte, cantidades de disputas con mí alma por saber como estas, así como un día te vocifere bienvenido, ahora me relevo con un hasta pronto.
Vicente López |