Pálida hoja que yaces mirándome a los ojos
Porque osas de mostrarme la carta que le he escrito,
Si vos muy bien escuchaste que grite que no la quiero.
¿Porque recuerdas la fecha?
¿Que buscas con torturarme?
Si su imagen aun esta cayendo en algún precipicio
Infinito y monótono.
Déjame incluirla en el ejército de escobas olvidadas.
En el lejano mar de olas sin regreso.
En la mañana ardiente ya no quiero recordarla,
Su piel de pulpa de manzana ya no quiero deleitar,
Cementerio de miradas que no quiero resucitar
Palabras de amor nacientes de mis labios que hacia ti no partirán
Os pido disculpas margaritas desvestidas con furia
en busca de lo que quería escuchar.

Luna de blanco traje
Por que arrullas su rostro
mientras me alumbras sin sentido
cabellos sin rumbo fijo que mis dedos ya no enredaran.

No sigas con tú laboriosa e incansable danza,
hoja recién tatuada por mis manos,
ya mis parpados no caen vencidos por la ilusión
decorada con dolor,
ahora se alzan heroicos
con la sonrisa flotando en las pupilas,
ya su trono de estrellas, caracoles, y orquídeas,
vació se tornara,
pero habrá otra, claro que habrá otra,
eco de mis sonrisas,
espejo de mis miradas,
temblor de mis caricias.