Cuando escribo utilizo la rima
que a mi mente agiliza y anima,
mientras que, si intento con la prosa,
la mente se me vuelve perezosa.
Que placer me produce,
volcar al papel,
Todas éstas aisladas ideas,
que yo dejo en él.
Cuando no lo hago,
y mi pensamiento se queda conmigo,
me bloquea, me aturde, me anula,
y no puedo evitarlo, me olvido.
La flor de mi cerebro que antes era,
brillante y perfumada, cual la rosa,
Se ha vuelto con el paso de los años,
más lenta, pero mas cautelosa.
La niña que ha quedado dentro mío
y que sale a caminar por la vereda,
no soporta el frio de mi otoño,
y busca el sol de mi antigua primavera.
Envejecer, tiene sus cosas buenas,
no todo está perdido.
podré vivir mejor el tiempo que me queda, disfrutando todo lo que he aprendido. |