...Si fueras alguien.
Y acá estoy. Plasmando lo que veo y siento... y acá estoy. Todo esto, toda mi vida es producto de mi mente, de mi fantasiosa mente, la que me hace pensar en cosas obviamente inalcanzables ni para mí ni para muchos.
Ella es la culpable de hacerme pensar cosas lindas, y me refiero a ella como la culpable, porque sin ella yo viviría normal y sin aspiraciones inalcanzables. Mientras ella está activada, me hace visualizar hermosas escenas, todo a mi gusto. Con ella veo mis utopías hechas realidad; con ella soy feliz. Pero es sólo un sueño. Ella es un sueño... cuando ella se ausenta despierto sumido en lánguidas tristezas, esperando unos segundos para acomodarme a la realidad y salir del eufórico momento que paso con ella.
Ella debería tomar forma; ser mujer y enamorarme. Si ella se sumiera en figuras físicas, seria lo más hermoso. Cumpliría con todos mis deseos físicos; me haría realmente feliz.
Y es que, aunque algunos se refieran al materialismo como sólo rastros que llegan y se van, muchos, en realidad todos lo necesitan. Todos viven del material; si no lo tienen caen en un degradante calvario; se ponen tristes y desean el fin. En cambio, los poseedores, son contentos, pueden adquirir; pueden hacer y deshacer solamente porque tienen poder adquisisivo.
Que mi mente se haga física... ¡que tonterías digo!. En estos momentos ella está acá, con mi ser haciéndome visualizar todo esto, percutiendo en mí; ella me ayuda a expresarme acercándome a misteriosas palabras.
En realidad, yo seré el que la haga realidad. Yo puedo hacer realidad mi mente; trayendo a nuestro mi mundo mis deseos, cumpliéndolos y realizándolos.
Si fueras alguien... realmente te deseo. Tu sabes que yo no confío de lleno en mí, es por aquello que siempre está mi inseguridad constante, aquí recordándome que no puedo, allá ligándome a remotos recuerdos.
Mente, cumple mi deseo y ven acá, que aún te espero. Ven y compláceme, hazme realidad mis pensamientos; desde los obscuros hasta los inocentes, desde los ridículos hasta los coherentes... Sólo ven y acércate...
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