acaso alguien sabía
que yo iba a terminar este día
sentada leyendo
y leyendo sentada
pensando en usted.

quien pensaría que hoy que no vi su paso pasar por mi camino
que mi figura no se entornó en sus ojos
iban a levantarse los árboles con la brisa de seis de la tarde
iban a enfundarse las derrotas
y a disolverse en una gota
del vaso que me bebo para pensarlo
para pensarlo y creer que asi podré olvidarlo
pero no, ya no puedo olvidarlo

pero sobre todo quien iria a decir
que hoy iba a perder forma en su ausencia
el coraje que se me habia venido al cuerpo para nombrarlo
para buscarlo y tratar de encantarlo

quien pensaria,
que hoy cuando empezara la tarde
la gente iba a parecer casi espectros
y fantasmas de su sombra
y que su cara
que tantas veces en mi mente
sostuve entre mis manos
su dulce cara
que en mi mente grabé
e innumerables veces besé
iba a comenzar a desvanecerse
con tal descaro.