La casa cae sobre nosotros, deberíamos haberla quemado antes, ahora sólo podemos quemar nuestras vidas. Una risa siniestra cubre cada rincón de mi corazón, yo no sé que hacer con este temprano amor. Otro día más, un día más... ¿un día más o un día menos? La respuesta es un día menos.... un día menos para caer, caer sin poder preguntar por qué, caer sin tan solo poder consultar, caer, caer, seguir cayendo, nunca dejar de caer... eso es, sin duda, eso es lo que hay. No hay nada bueno en mí. ¿qué es lo peor? Quizá es esta canción, quizá es mi voz, quizá esos deseos oscuros, esta isla desierta sin mar que la rodee. Un sitio hecho para olvidar. Qué arrogantes somos, que comprensivo es dios, que comprensivo por crear esta isla desierta donde todo el mundo recurre después de haberse dado cuenta de las cosas que pasan dentro del corazón. Un lugar para olvidar, para no recordar jamás. No se puede levantar el vuelo nunca más, qué sensación de libertad, un lugar sin salida construido para ti. Miras al cielo y dios sonríe irónicamente. “gracias, cabrón”. A la mierda, pero ya no se recuerda por qué se dicen esas palabras ni a quien, de nuevo paz, paz y tranquilidad, qué gran solución.
|