Yo solía amarla….. Ver su perfil, su tierno y elocuente sonido del regocijo de su despertar. No me hartaba de cultivar en mis más pensamientos prohibidos un encuentro permanente con ella. Una foto en blanco y negro y nosotras dentro. Mirándonos. Las montañas se ven a lo lejos y yo estoy frente a ella escuchándola, pero sin sonidos. Sólo silencio. Ella permanece parada mirando por la baranda del último piso del colegio……. observando.
Yo a su lado sin saber que decir. Un momento indescriptible…… un momento inexistente que me devora el alma y me hace cerrar los ojos por demasiada excitación. No niego mi observar a su fulminante cabellera que luego tomo y acaricio devorando entre pecados su más irresistible olor canela amarillento.
No es ella la que me mata lentamente, no es su voz, no es su figura, no son sus manos ni sus pensamientos. No es su color o su vestimenta, como no son sus anteojos ni su risa disparatada. No es su alma. Simplemente es su nada, el vacío que yace dentro de ella, reproduciéndose. La nada que mantiene firme, siempre dispuesta a ser juzgada por cosas explícitas o simples hechos de la vida cotidiana.
Su nada es la que me arrebata el cerebro, empujándolo, moviéndolo y estrujándolo de par en par. Un vacío violento. Un vacío que ni siquiera está ahí. Me doy cuenta que su mente esta en otro lejano lugar, ni siquiera está pensando en mi!!, como no lo ha hecho jamás…….. Me doy cuenta de cuan ignorante soy, yo que creí alguna vez conocerlo todo, hasta la más detallada miserable cosa.
No soy nada, pero desearía estar en su entorno!! Cuánto lo desearía! Me doy cuenta que no tengo agallas para amar. Hipocresía. Jamás he amado porque tal sentimiento no existe, podría ser cualquier cosa menos amor, no hay vida en un sentimiento tan fantasioso y egoísta como el amor.
Sólo nosotros. Amor….solemos pensar en rojo, solemos saltar y revolcarnos en una suave cama de terciopelo, nos metemos debajo y besamos, acariciamos y tocamos a la persona amada. Que un demonio me condene! Cuan inequívoca he estado, con los ojos abiertos, pero sin ver el deseo que grita por nuestra felicidad ambigua. Cuan equivocada he estado….
No hay razones. Ya no hay sentimiento. Pero ella está ahí. Copias, copias de algo. La veo y desearía abrazarla para siempre. Desearía......., yo una amante de las imperfecciones. Ridícula, me agobio en mi misma.
No es que la ame, es que desearía ser ella. Cada gesto, cada frase, cada cosa suya. La amo, pero no la amo. Que acaso es imposible que mi latiente corazón sienta repulsión y un deseo candente a la misma vez?????. Ella estaba y yo solía amarla. |