Y ahi estaba, en la soledad de sus pensamientos. "Las noches caen, el silencio se acrecenta en su propia inmensidad y el sórdido zumbido llena mi ser. Una estrella, otra estrella, son la únicas dispuestas a acompañarme. ¿Pero a dónde? si nisiquiera tengo un destino decidido para realizar este largo viaje". Equívoco y terrible, mas bién. "Solo tengo la triste voluntad de querer hacerlo, pesandome sobre los brazos ya cansados.
Pienso en los que me acompañaron siempre y soy feliz. Pero ¿puedo ser feliz y soñador a la vez?. Será que para ser feliz tengo que ser soñador y vagar libremente por el filo de la imaginacion y la locura. ¿O será tal vez, que sólo puedo ser soñador si soy feliz?. Porque en verdad, nunca tuve a nadie... Igual, ya no importa. La calma se apropia de mi, aun más y mi cabeza se deja llevar, rápido, por la realidad, la última". Su irrealidad diria yo, porque no había calma, nada de eso era verdad.
"Caer, caer, bien abajo!" De frente al cielo, como ofreciendo su cuerpo al universo pero negando su liberatad al mismo tiempo; sobre la húmeda hierba deja desvanecer sus ojos. De espaldas a la Tierra, sus manos se distienden y la jeringa rueda. |