El Misterio de las ondas que forman estrellas en caída estrepitosa hasta llegar a los deseos y piden que pidas el tuyo, si deseas mas rápido que su caída ellas contienen tu pensamiento y te hacen estrellar pues ellas también tienen deseos sobre el humano y el Azul seguía buscando, un cuanto quiero verte rompió el silencio, siendo testigo en las arenas del tiempo de un alma cansada, y por algún motivo paró, una espina lo toca y cae sin miedo, un haz de luz del deseo parecía tener mas suerte que aquella otra alma, ya estaba perdido y se sentía contento, al siguiente un rayo lo mata y lo revive en los olvidos, el revés lo deja en esta estación y vuelve a sintonizar su voz, a la que un día le cantó, fue un breve momento, la lluvia, la cerrazón... Al pasar lo peor del viento levantó la vista, había una perspectiva distinta, un círculo y otro mas pequeño, buscaban el punto resplandeciente de uno de los siete horizontes, luego de un par de intentos se dejo ver, por momentos destellaba y otras se dormía y sensacionalmente un simple reflejo mostró por primera vez el rostro de la protegida, luego de tantos siglos vio su semblante de niña, navegó en esa luz hasta sus lejanos detalles, secretamente y con tímida ternura reconociendo el aroma a frutos. En los ojos bailaban sus manos errantes gitanas como dos fantasmas, uno danzaba libre hasta saltar los horizontes y hasta que volvió a su lugar con el esplendor del la independencia vivida, la otra aludía una prohibición en su anular, mas cuando en palmas se unieron los iris brillaron como si por primera vez miraran seguros que por un pecado de miradas nadie nos podría condenar, en ese momento los horizontes se cerraron, el muerto volvió a la vida, la cerrazón se despejó y las arenas moviéndose llevaron a azul a otros tiempos y lugares, que curioso, estuvo a punto de tenerla en sus brazos de haberse expresado correctamente, su pedido fue concedido irónicamente al pie de la letra...