Tus manos en mi cuello
Las mías en tu espalda
El ambiente enrarecido por pasiones y desenfreno
Mi alma tocando tu epidermis
En busca de tu sexo.
Mi mente, sin razón, clamando locamente tu sudor
Y mi corazón enlazado palmo a palmo a tu clamor;
Sentirte mía una y otra vez
Aclamar tus muslos y tu existencia para reanudar mi vida,
Para vivir mis sentimientos, para que mi piel, una vez más,
Afine mis sentidos;
Y tu piel , como la primera vez,
Inunde mi sexo.

Mis manos en tus senos
Las tuyas en mis piernas
Ambiente alocado a punto de caos
Caos inmarcesible
Cual sol después del aguacero
Apabullante y solaz.
Tu existir blando
Clama pudor
Y tu libidinez bohemia, infinita,
Mezcla nuestros sexos
En una realidad precariamente conservadora
Y apabullante humedeciéndome en felicidad.