Hoy amanecí con la fuerza de tu abrazo,
Uno que me falta desde la despedida,
Tu despedida.
Te fuiste sin amor y sin rencor,
Y dejaste solo el intenso frío,
Ese que por las noches me acuerda de ti,
De tu piel, que sabe transmitir calor,
De tu olor, no de tu perfume,
Justo ese olor que sentí en cada amanecer junto a ti,
Y lo extraño, ya que solo me despierto,
Bueno, no tan solo,
Ya que me acompaña el desespero de no sentir,
Y el sentimiento de poco a poco desesperar,
Y eso es cuando me despierto,
Solamente si me despierto,
Pues no duermo nunca,
Y por la mañana a la hora de levantarme lo hago sin ganas,
Igual que todo lo que me toca hacer durante el día,
Para llegar a casa y llorar en seco,
Y sentir lo único que me queda nítido,
Frío.
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