- ¡Adios! - dijo Mr. Satán,
que se despedía de cristo,
que andaba en la recámara del cura,
que bajo su afelpada manta mortecina
cruzaba los dedos,
porque hoy le mentiría a las masas.
Les diría, que en realidad
t o d o e x i s t e.
Texto agregado el 26-01-2005, y leído por 93
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