Día normal, salgo temprano a tomar la micro que me lleva a la universidad, la ventaja de tomar la micro exactamente a las 7:35:21 es que me deja en la universidad a la hora perfecta, llego perfecto a la hora para entrar a clases y me ahorro la lata de esperar al profesor pensando en que podía haber dormido un poco mas.. (siempre y cuando no sea el profesor el que se atrasa, en ese caso da lata.. y mas aun cuando no llega). Bueno, la cosa es que ese día me desperté un poco justo de tiempo y me duche rápido.. o sea rápido dentro de lo posible. La razón por la cual me demoro tanto en la ducha es que me gusta ir abriendo de a poco el agua fría para terminar con el agua helada y así estar mas despierto.. bueno, me ha funcionado por el tiempo que lo he hecho . Ese día me desperté mas o menos tarde porque estaba soñando algo entretenido, o al menos interesante, y no recuerdo bien lo que soñaba esa mañana, pero eso no es relevante por ahora. Lo relevante de ese día normal en que tenia que estar a las 7:35:21 esperando en el paradero a que pasara la micro que me lleva a la universidad, es que al despertar sentí una voz.. muy raro para un 30 de mayo, pero pasó ese día. A penas me despertaba sentí una voz, una voz extraña pero sin embargo para nada no familiar, mas raro aun fue que la voz no era de ninguna de las personas que viven en ese departamento ni que yo conociera ni que hubiese escuchado.. pero eso no es lo importante.. lo importante de todo esto es lo que dijo la voz 0,83 segundos antes de que despertara, esa mañana no me desperté con el despertador, si no que como de costumbre me desperté 15 segundos antes de que sonara, pero a diferencia de lo que siempre pensaba cuando me despertaba 15 segundos antes de que sonara el despertador, esta vez me desperté pensando “¿qué?”. Pero volviendo a lo que escuche esa mañana 0,83 segundos antes de despertar (para que puedan entender el por qué de lo que pensé al despertar) aquí va lo que escuche esa mañana antes de despertar. La voz dijo: -“Matías!”. Mucho me llamo la atención el haber escuchado dentro de mi cabeza una voz que nunca había escuchado y que era extraña, pero a la vez no me resultaba no familiar, ni me disgustó, es mas creo que me produjo una especie de “motivación” ese día. El lugar en el que estudio esta entre dos grandes e importantes ciudades, pero lo mejor de todo es que tiene una espectacular vista al mar, se pueden ver ambas ciudades y el mar, lo mejor de todo es que cuando me toca salir mas o menos tarde y es invierno, uno puede ir caminando por los pasillos y sentir en la cara ese viento medio tibio pero fuerte, que esta como anunciando que va a llover en un par de minutos, pero justo cuando iba a empezar a llover, aparece un viento un poco mas denso y un poco mas fuerte que le dice al primer viento que se espere un poco porque aun no es hora.. al menos eso creo yo. Estoy seguro que de haber dicho, o al menos comentado esto, a muchas personas de las que estudian en la universidad en la que estudio, hubieran pensado que estoy loco o al menos mal de la cabeza y que necesitaría un poco de descanso porque el estrés y los números me habrían estado haciendo pensar “esas tonteras”. Otro factor importante en esa universidad es que, a demás del viento que sopla por los pasillos en invierno anunciando lluvia, es la espectacular vista a las puestas de sol, frente al mar hay una escalera de ciento y tantos peldaños que tiene mas de diez maneras de bajarla o subirla. Al bajar la primera parte de la escalera está uno en la mejor ubicación para ver las puesta de sol, y si se tiene la suficiente suerte (como la he tenido yo) ver el “rayo verde”. Al bajar la segunda parte de la escalera, está uno en la mejor ubicación para ver el mar en los días de lluvia, porque al frente de uno explotan las olas y se pueden ver mas de 1000 tonos distintos de grises y verdes medios grises, también hay grises medios verdes, pero lo mejor son las olas que chocan en las rocas que están en la playa al frente de la universidad y como se dividen en millones de gotitas y mojan con agua de mar, la ya mojada por el agua de la lluvia, vereda de la avenida que pasa al frente del mar y de mi universidad. Esa mañana escuche mi nombre 0,83 segundos antes de que despertara por una voz que me resulto extraña, pero nunca no familiar, mientras iba en la micro hacia la universidad pude observar como el tiempo (atmosférico) cambiaba, cada vez mas nublado y frío mientras me acercaba a la universidad que se encuentra frente al mar. Por un momento pensé que sería entretenido que lloviera en la universidad, pero pensándolo dos veces creo que era mejor que no lloviera porque cuando salí del departamento y tuve que volver, tocar el timbre y despertar a alguien para que abriera urgentemente la puerta porque se me habían quedado las llaves del departamento en cima del velador, no pensé que haría frío, ni mucho menos fuese a llover, así que no opté por ponerme algo mas abrigado, ni mucho menos impermeable, por lo que salí con polera y un suéter delgado, ya que cuando 0,83 segundos después de haber escuchado mi nombre por una voz extraña, pero para nada no familiar, abrí los ojos, pude ver como brillaba el sol en la calle que esta 9 pisos mas abajo del departamento en el que vivo, y brillaba harto, cualquiera que hubiera estado en mi lugar, mirando la calle que estaba 9 pisos mas abajo, hubiera pensado que ese día era un día lindo y que no se necesitaría mas que una polera y un suéter delgado para pasarlo sin problemas. También pude observar como el tiempo (cronológico) avanzaba, cosa que a todos los que me rodeaban, tenia preocupados en demasía y hasta asustados, yo no estaba asustado ni preocupado, porque sabia que al tomar la micro a las 7:35:21 estaba tomando la micro a la hora perfecta para llegar perfectamente a clases sin tener que estar esperando en el frío a que abriesen la sala o a esperar a que llegara el profesor.