hasta cuando debere de esperar a que usted se decida, señorita, ha dejar esta vida pasajera, llena de seres de carne y huesos, que no hacen mas que apretujarla y babosearla, por unos chelines jaqueados por la inflacion, y a unirse a mi, y a mi ejercito de espiritus que viajan conmigo donde quiera que vaya, que no ven, ademas, la hora de tenerla a usted como la anfitriona de esta casa, o mejor dicho de esta tapera mas que digna, que es mi humanidad; cuando se encuentra, claro esta, en estado de equilibrio y felicidad. si usted tan solo dejara caer sus pestañas en señal de aprobacion, y concentimiento, yo no dudaria en obsequiarle este ramo de rosas y proponerle de inmediato matrimonio eterno e indisoluble. pero claro, usted me dice que tiene un marido timidamente escondido en su escote, y a mi la brageta se me comprime junto con el pecho y me largo a llorar. pareciera que todo terminara en mi llanto, pero nada mas errado, aun despues de la tormenta, sigo, sin detenerme, rumbo a su corazon. a parte, usted se sonrie, mordiendose los labios levemente, con una risita, que da a pensar que algo le gusto, que algo le agrado, y a mi me entran unas esperanzas, que no quisiera yo detener, por mas que su cuñadita quiera hacer una movida swinger. dele pamela, casese conmigo.