Cruzando un camino infinito, en las afueras del conocimiento, me encontré con los destellos de tu plumaje, que alucinaba durante mi largo viaje, si, mi vespertino amanecer, dulce amor, bailando con el viento como tierna flor, mariposa del cielo eres tu, prisionera de la juventud, que me privas de mi ternura y amistad, alejándome de mi libertad, que no pude sentir en tus brazos, el dolor de los fracasos, que matan mis humildes ojos, desangrándolos por los despojos, de un amargo sabor a miel, confundiendo mi gloria en tu hiel...
Muero. |