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Fido
Por: Arturo Casanova Vega
Enero 2005

UNO
Clarita esta en su cuarto vistiendo su pijama antes de ir a dormir. Es invierno y oscurece más temprano que en verano y ahora, a las 9:30 de la noche se prepara para dormir, ya se ha despedido de Fido (o Fidotes como en ocasiones le dice) que en ocasiones duerme dentro de la casa cuando hace frío. El perro tras ella solo la observa entrar en su cuarto y cerrar la puerta para pasar otra noche más dentro de la casa de sus dueños (¿¿dueños???).

Clarita ahora lista para acostarse y escucha un ruido en el patio, el cuual puede ver por medio de la ventana que esta en la parte de atrás de su dormitorio. Al abrir la cortina da un respingo al ver a Fido observándola fijamente con sus negros ojos. –Mi madre dijo que dejaría dormir a Fido dentro de la casa, y estaba en sala hace un momento- pensó.
Se quedó un rato en la ventana observando al perro y recordó auquel día en que sus padres le trajeron a Fido en su cumpleaños número once.

DOS
Clarita tiene 9 años y va a la primaria como todas las niñas de su colonia.
Como hija única Clarita tiene de alguna u otra manera ciertos privilegios que otras de su amigas no conocen; un poco más de atención, un poco más de amor, como a veces sus amigas les dicen a sus respectivos padres.
Así Clarita ha llegado a ser una buena niña a la vista de los amigos de sus padres; buenas calificaciones, respetuosa y obediente.

Ahora bien, Clarita lo que más desea es un perro, tiene un año pidiéndolo a sus padres y ahora en su décimo cumpleaños por fin ve en su puerta al lindo perro Labrador color miel que su padre le ha comprado. La sonrisa que mostró la cara de la niña se contagió a la de sus padres, y a partir de ese momento, Fido, como llamaría al perro, le pertenecía e ella.

La niña estaba feliz, por fin lo tenía y después de un año el amor de la niña hacia su perro ,ahora mas grande, no había disminuido en lo más mínimo. Clarita solía decirle cosas a Fido de cariño, le cantaba cosas como:


Fidotes, Fidotes, tontotes, perrotes
Tu cola mueves por perrotes y no lo sabes
Porque eres tontotes, mi perrotes

Te quiero Fidotes, porque me lames
Porque me saltas y porque me dejas jugar contigo
Porque me cuidas y porque me amas
Fidotes, Fidotes, tontotes, perrotes..


Y cosas similares inventaba Clarita, y en cada ocasión que terminaba de cantarle o jugar con el perro, se acercaba y le agarraba las orejas, acercaba su rostro a la nariz del perro y le plantaba un beso que seguía de un lengüetazo cariñoso del animal.....fidotes.


TRES
Con una sonrisa, Clarita sigue observando a Fido que esta parado en el patio observándola y agitando una mano infantil, Clarita se despide del perro, pronuncia su nombre en voz baja, cierra la cortina y acuesta en su cama. (-no hace tanto frío- es su ultimo pensamiento)

Cuatro horas más tarde Clara despierta de un sueño agitado que no recuerda; se queda observando el techo de su dormitorio, la lámpara que cuelga y que puede distinguirse por la luz de la luna que se filtra a través de su ventana y su cortina.

Un minuto después escucha otro ruido en el patio y lentamente logra levantarse para observar. Y allí está Fido mirándola todavía; el rostro de ella forma una interrogación mientras observa al perro que lentamente se sienta en sus patas traseras sin quitar la mirada de Clara.

A la luz de la luna el perro no es color miel, la luna y el frío lo dibujan en colores púrpuras, negros y brillos blancos, y aún así sus ojos se distinguen claramente, negros, totalmente negros. –Fidotes, Fidotes, perrotes, tontotes....- comienza a cantar Clara en voz baja al mismo tiempo que agita su mano nuevamente.
Afuera Fidotes solo ve a través de algo transparente que no sabe que es, ve a su dueña, moviendo una de sus extremidades, la observa mover sus labios, pero el afuera no escucha mas que el viento frío acariciar los árboles del patio. Adentro, en el calor del hogar, Clarita sigue cantando y agitando su mano y de pronto se queda aterrorizada, paralizada, deja de cantar y agitarse porque afuera,.... sin escucharte cantar, solo observándote, Fido te está sonriendo Clarita. Y sí, Clara, con los ojos negros fijos en ti y sentado en sus patas traseras a la luz de la luna, Fido te está sonriendo.

Texto agregado el 25-01-2005, y leído por 340 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
27-01-2005 bueno, a mi me ha gustado, ya te dije q me encantan los perros, y además no es tan sencillo meterte en el pensamiento de esa niña pequeña (de un niño te podría haber sido más sencillo), y es un perro que sonríe..no da miedo, por un momento pensé que le pasaría como a Cujo, la novela d S. king...pero así termina mejor, que si no luego la niña no puede dormir... y ya te tocaría escribir otro cuento para solucionarlo. bueno, 1abrazo chikara
26-01-2005 Me asustoo =( Quien te inspira S.King?? Igual esta bueno Melirra
26-01-2005 Sin duda no es l}el mejor de sus cuentos sin embargo no está mal.... sylvus
 
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