¿Te haz dejado llevar por la melancolía?
Hace unas noches, hablando con un buen amigo que había quedado solo en casa, los hijos salieron a divertirse, me dijo que era presa de la melancolía.
No sabía a ciencia cierta si era que estaba solo, abandonado dijo, o que el cielo estaba nublado. Lo cierto es que sentía ese apretón interno que provoca la melancolía.
Primeramente le dije que pusiera música alegre, o al menos la música que mas le gustaba o que le hiciera mas feliz, que viese algún programa divertido, que leyera un buen libro y ya, en última instancia que se obligase a dormir.
Nunca supe que hizo realmente, yo tuve que colgar para darme un buen baño y descansar. Pero me quedé pensando,
¿por qué siempre queremos evitarla?
¿por qué no nos dejamos llevar?
Después de todo, no podemos luchar contra ella, solo basta un tiempo sin tiempo, un poco de soledad, un cielo nublado o tal vez la letra de alguna cancioncilla escuchada al pasar, cualquier cosa puede hacer que aparezca.
Si el hecho de sentir melancolía es prueba de que hemos vivido momentos felices, o que hemos hecho feliz a alguien, o que hemos estado en un estado de gracia tal que experimentamos lo mejor en ese momento....la melancolía es el reflejo...tardío de esos momentos bellos.
Como cuando se lanza al aire un cohete de fuego pirotécnico, primero el estallido que nos contrae y luego el brillo luminoso después de un tiempo
La melancolía la miro así, las luces de colores, los haces luminosos después del estallido.
Terminé mi baño, con este pensamiento y aún con el pelo húmedo y envuelta en mi bata preferida, que no la mas bonita que si la mas cómoda y llena de melancolías, volví a llamar a mi amigo para decirle:
“Déjate llevar, mira con ansia loca los cielos nublados que asoman a tu ventana. Deja que tu cabeza se llene de esos recuerdos dolorosos de tan vividos, abrazantes de tan apasionados, húmedos de tan placenteros.
Deja que tu pecho se infle, se llene de pensamientos pegajosos de tanto pasar la página de lo vivido.
Repasa lentamente cada día de sol que apenas notaste envuelto en tanta vida, cada sonrisa de tus seres queridos aun cuando ya no están, cada lágrima de amor, cada beso de pasión, cada mirada de tus hijos, cada sonrisa de tus amores, toda tu vida entera hasta ahora.
Deja que la melancolía fluya, recorra las paredes mientras miras cada cuadro que las adorna, cada uno seguro te dice algo de tus tiempos idos.
Deja que se cuelgue del techo de tu cuarto, que revolotee entre las sábanas de tu cama, tal cual lo haz hecho tu con sueños bellos, pesadillas, encuentros amorosos y cansancios entregados. Permite que se cuele por la puerta de tu cocina para que casi paladees el plato preferido, aquel que quien mas te amó preparó para ti.
No la evites, no la dejes ir, pues ella te recuerda que haz vivido, que haz pasado por aquello que ha enriquecido tu alma.
Amigo, déjate llevar por la melancolía, deja que se ahogue un poco tu pecho mientras escuchas como suspira tu alma....”

MOT-2002-veracruz, ver. mex.