La risa de la piedra, anillo de Moebius
Amargo existir, pálido, sólido…
(spleen de los viejos poetas)
Movimiento anidado en la piedad autocomplaciente
Adulación perpetúa en el fondo del espejo…
Llamando, la
Con sorna de libertad, con la comodidad de un kilo
De clavos en el culo, amante ficticio…
Llamando y vueltas y vueltas…
Vuelta torbellino del arrepentimiento; razón, cordura sancochada
Miel a tragos, limo y orines, pecado, imaginación, absurdo…
Púrpura ilusión, negación rotunda de la segunda certeza (por contagio)
Habita el silencio la noche
Púrpura sus senos
Amantes encontrados
Caricias monótonas, aisladas, frías, torpes…
Y yo desde mi orilla, te busco, paisaje tetradimensional (como el interior de una orquídea) espacio sofocado, lluvia tibia
¿Estas despierto? —me dices— sé que no importa la respuesta….
Encuentro a ratos la llave, el juego donde un par de ciegos juegan a bla bla bla bla… tampoco importan sus voces, pecados del silencio, abortos trasnochados que oran desde lejos… ¿Qué coño es el amor…?
Detengan las memorias, los jirones de carne sudorosa, las promesas, los violines que cortan los sueños, la mala información, los charcos y sus ranas, los que se drogan a la mitad de la tarde, los que fornican en casa de la muerte, todos…
Todo,
( es claro) No importa
sí es aquí… donde no estas, recuerdo
Marchito recuerdo, memoria que se jode a si misma, araña de la existencia.
Y el miedo, (girando, girando)
Llama por nuestro nombre, pregunta…
Abrazo horizontal que nos acerca al padre y su rebaño manchado de sangre, costillas rotas de hambre.
…corres colina abajo, escudriñas entre los advenedizos… los de una sola voz,
(los que esperan con una flor amarilla el tren de las seis enfrente a catedral)
Hay mas cosas entre el cielo y la tierra de las que sueña tu filosofía, hermano… (…¿Dónde?...)
Los que comen cadáver sin chistar los ojos,
Hay quien canta por no llorar, quien ladra como monja
Quien viola al papel con completa impunidad…
Infames que se ganan el cielo dándonos por el ano…
Vomito a medianoche
El tiempo intoxica con sus poros de verdad (con sus manos santas)
Con sus sombras y esas mascaras de adiós
Y lo que es uno, es dos, por antonomasia
Tus manos y esa sucia duda
Resbalando entre tus muslos
Luna replegada en el rostro quebrado de la mente…
…La muñeca suspendida, paredes sangrando gritos, se abre la puerta de la conciencia…
¿Se sale ó se entra? No se sabe
Nunca…
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