7:00 p.m. La luna ronda vacilante el oscuro panorama. No hay estrellas, ni grillos, ni luciérnagas. Sólo el silencio y la oscuridad, Shh...Shh...Calla...Duerme. Shh...Shh... Calla... Duerme. ¡Ah!... ¡Calla y duerme! -entre gritos- ¡Calla y duerme!. Eyy usted... Sí, usted. Si tuviera una aguja y un trozo de hilo ¡cocería ya mismo esa inmunda boca!. Un silencio, un suspiro. Maldito extranjero, aléjese de aquí. ¿Qué? Porqué no puede. ¡Si no se larga lo cogeré a palos!. Uhmmm... ya sé. Quédese, mejor quédese y hágame compañía. Sabe, noches como estas... como todas las noches, escucho una voz que continuamente me susurra al oído. Tengo duda de donde proviene esa voz. Bueno, de una boca por supuesto -entre risas-. Pero ¿De qúe boca?. Se trata de un código, creo. Me ha sido imposible descifrarlo. Más lo tengo que hacer... debe ser una misión. Sí, una misión secreta. Sabe, soy como esa gente que viaja a toda parte llevando y trayendo razones; se trata de misiones secretas, nadie sabe de ellas. Mire, una vez me tocó... ¡bab!... no le contaré, es secreto. Pero eso si le digo, esto es peligroso. Todos los días me aplican una droga en el brazo, otra me la dan a tomar, para cuidarme claro. Ellos me necesitan. Y como he estado medio mal, la cabeza me da tumbos, me dan esas "pepas". Por eso es que no he podido descifrar el código, el mensaje. He tenido el cerebro en constante vaivén. Para que entienda mejor, es como si me pintaran de blanco la mente. Pero yo sé, eso pasará. sólo por ahora será de esa manera. Ya verá.
Eyy... no se vaya. Siéntese. Adivine con su tacto la silla, no hay luz. Tenga cuidado, le falta una pata. Disculpe sino le puedo ayudar. Dirá que soy un mal anfitrión. Pero, óigame bien, yo soy muy hospitalario. Es sólo que mis piernas están muy cansadas. Y para que no se fatiguen las he atado... ehh... también mis brazos, ellos trabajan mucho. Sabe, a veces siento que alrededor de mi dorso se encuentran inmóviles mis MS, miembros superiores. Yo creo que Ellos hacen eso por precaución...
Soy muy diestro y hasta entrenamiento militar tengo. Claro que sé un poco de todo. Soy pintor, artista y poeta. Imagínese que hasta París he viajado y en ambientes bohemios, en tertulias y bares, he recitado mis poesías; con ellas conquisté muchas mujerzuelas. Porque eso sí, a esas dígales un poemita de cinco versos y a los tres minutos están sudando y gimiendo en un nido lascivo. ¡Ahh!... esas putas... esas malditas putas. Muchos las critican y las miran como basura, aunque lo son, yo las extraño. Mire, una vez estaba con una de ellas, placer y derroche juntos... pero la maldita perra se cansó. Y como usted sabrá, los militares somos de armas tomar. No me quedó más remedio que meterle un "pepazo" en la cabeza y ha de creer que esos jodidos sesos se regaron por todo el suelo. Ella quedó allí tirada, con las carnes al aire y destilando su líquido rojo. Y como yo sabía que pronto sería una inmunda carroña la dejé ahí. Sabía que la "perrera" no me iba a buscar, eran amigos míos, pero las colegas de la perra me iban a encontrar. Por eso me fui, a seguir cumpliendo con mis deberes y para evitar más "muñequitas"...
No es que esté dejando a un lado la modestia, pero soy muy bueno en mi trabajo. Hasta medalla de honor me dieron. Pero ya ve, esos perros em tienen acá. Descansando, claro...
6:45 a.m. El sol asomaba por un hueco que había en la mugrosa pared. Eyy... será mejor que se vaya. Si Ellos lo encuentran aquí habrá problemas.
7:00 a.m. ñuaaa... Abrieron la puerta.
-Buenos días señor Martínez. Mire, su desayuno-
7:30 a.m. Con voz chillona -¡Ahh!... esa maldita aguja-
-Tranquilo señor. Su medicina-
11:45 a.m. -Su almuerzo-
-Señorita, ¿Cúando podré reanudar a mis deberes?-
-¿Cúales?-
En voz baja -No se lo puedo decir, es secreto-
-Risas-
5:30 p.m. -Su comida-
7:00 p.m. La luna ronda vacilante el oscuro panorama. No hay estrellas, ni grillos, ni luciérganas. Sólo el silencio y la oscuridad. Shh...Shh... Calla...Duerme. Shh...Shh... Calla... duerme. ¡Ah!... ¡Calla y duerme! -entre gritos- ¡Calla y duerme!. Eyy, usted... sí usted... |