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Pequé por bocón, rompí los billetes en el piso de aquella oficina y dije:
“Metételos en el culo” total, no me importaba, ya estaba afuera, despedido, desahuciado, olvidado, hundido y resucitando.
Volví a la pensión, me tire en la cama, el cielo rasó tenia manchas de humedad y me entretuve con eso por un buen rato.
Una cara, una mujer, ojos, un tipo corriendo, dos tipos rezando, un pez con alas, un edificio en llamas, formas y mas formas y destripar el tiempo.
Me aburrí, me levante, cerré con llave, cruce la calle, entre en el bar, pedí una cerveza y unas fichas de pool (Dios salve a todos los que dan fiado) nada especial, nada nuevo.
La tele chillaba, otro accidente, otra vieja que vio nada desde el porche, reporteros amarillistas vomitando sangre en la televisión y concursos para sub-normales.
“Apagala, pone música, no se, algo” me miro mal, me ignoro, me pego un tiro mental, estaba en su derecho, era su bar y yo le debía por demás.
Puso el canal porno (en esa época era una novedad) los viejos se alegraron, los entendía, solo les quedaba mirar y su mano derecha (o izquierda)
“En mi época me dijeron si me interesaba actuar en una” ese era el viejo León, se refería a la película porno, supo ser estrella de cine en los cincuenta, ahora ya era polvo y ginebra, temblaba por la mañana y hablaba por la noche.
“Y lo hizo” le pregunte.
“No, no, eso no es para mi, ya estaba noviando, aunque ahora, ahora si lo haría, si, ahora siiiiii”
Estaba babeando, delirando, la vieja pija del viejo no aguantaría ni un asalto de esas mujeres, eran profesionales, lo dejarían seco antes de empezar, se reirían del viejo muerto con la pija flácida y marchita, lo desmantelarían tirado en la cama.
Pobre viejo mal cogido, era como una mariposa atrapada entre alfileres pensando que aun podía volar.
“Seguro que ahora si lo harías León, las dejarías en orbita, si señor, ¡LEÓN EL COGETODO!”
Se empezó a reír, tosió tabaco y mocos y flemas, lo tuve que sujetar antes que se cayera del taburete.
“Si, si, ¡¡LEÓN EL COGETODO Y SU PIJA AMAESTRADA!! ¡¡JA, JA, JA, JA!! ¡¡AGHH!!¡¡AGHH!!
“¡He! ¡Calmate León! ¡Te vas a cagar muriendo! Calmate.
Siguió riendo un rato más pero entre dientes y la tele inundaba todo con:
¡¡AHAAA!! ¡¡OH YEA!! ¡¡YEA!! ¡¡FUCK!! ¡¡FUCK MI!! ¡¡YEA!! ¡¡HO YEA BABY!! ¡¡AHAAAAAA!! ¡¡AHAAAAAA!!
Los viejos se sentaron todos alrededor de la tele, pidieron vino y café y prendieron cigarrillos y pipas. Era su pequeña y bizarra fiesta privada, el dueño del bar sirvió, se fue detrás de la barra y se toco la entrepierna, a el también le hubiera gustado estar con algunas de esas chicas.
Me fui para atrás y continué con el pool y la cerveza, le pedí maníes pero fue predicar en el desierto, yo no estaba, era menos que una sombra, el mundo era chicas rubias y tetonas diciendo “fuck mi baby” y viejos con olor a ropero y bolas.
Volví a la barra, pedí otra cerveza, el viejo León aun estaba ahí y comenzó con la misma pelotudes de todos los días, agarro la tasa de café y me dijo:
“Mira, mira, ves, ves” estaba echando azúcar al café, despacio aunque no era ningún acto original.
“Ves, ves, ahora” – agarro la cuchara – “revolves despacito, ves, ves, entonces el azúcar se mezcla con el café, así, despacito, despacito…”
Y yo tenia que poner la misma cara idiota de sorpresa de todos los días, en un principio fue un poco divertido, quiero decir, amaba ponerle azúcar a el café, lo consideraba un arte, pero al cabo de una semana ya no lo era, uno quería evitarlo, esconderse, pero el estaba sentado en la barra y cuando caías a pedir algo o pagas la cuenta, te agarraba “así ves, despacito, despacito ves, ves…” estaba con ese rollo unos diez minutos, era tiempo muerto, irrecuperable, desperdiciado, pero era feo joder a un viejo echo pedazos, por esta razón me quedaba día tras día tras día, con la misma cara de “idiota-sorprendido-embellecido” de el primer día.
Pero no, no era divertido, no lo era para nada.
En fin, concluyo el acto con un “¡Shssssssssssssssssgg!” sonido odioso de viejo tomando café, de labios muertos y fríos y rasposos y tristes.
“Bueno, muy interesante lo suyo León, todo un arte, si señor, un artista del café, me voy a jugar pool”
“Chagracias che, jajaja, que chico este, ja, ja, ja…”
Pobre orgullo marchito, pobres logros ínfimos, ¿Valían mis diez minutos perdidos y negados? no lo se, me fui, atrás, lejos de los viejos, lejos de todo ese olor a muerte y porno-arrugas de asilo clausurado.
Jugué un rato mas, era horrible en eso, embocar una bola era solo una casualidad, era horrible en casi todo lo que hacia y en lo que era bueno no me daba de comer.
Me senté, encendí un cigarrillo, los viejos gritaban, estaban excitados, se tocaban la entrepierna aunque dudo que algo funcionara allá abajo. Uno de ellos se paro y se fue a la punta del bar, se bajo los pantalones y meo y acabo al mismo tiempo, el dueño del bar se paro, llego hasta el y lo sacudió contra la pared, le hundió la cabeza en sus fluidos y de una patada en el culo lo saco del bar, bien por el viejo milagreando, bien por el dueño del bar interceptando, bien por las chicas en la tele cumpliendo su trabajo.
Yo estaba jodido, yo no tenia un lugar ni un acto en el mundo, yo no tenia dinero, ni trabajo, ni cerveza y mis dotes para el pool eran deplorables.
El gran escritor, el artista, el músico, el plástico, el vanguardista, el idiota hundido en fracasos y viejos libidinosos.
Sin dotes para el pool, sin dotes para sobrevivir, sin dotes para lograrlo.
Y la pensión y el bar, todo dinero a pagar, deudas, miedo a dormir en cajas de cartón y oler mal, miedo a las cucarachas, miedo a el espejo, miedo a las llamadas de larga distancia, sin respuestas, sin tocar base, sin dinero para comunicarme y pedir dinero para comunicarme.
Y pedí otra, no tenia como pagar la cuenta, no tenia como pagar nada, me la trajo igual, bobo, bobo, inocente, gracias Dios mío, gracias, por los que creen en sueños de lotería y chicas rubias esperando en la bañera, ja, ja, ja, ja, el infame, romántico, vas ganando puntos, tantos para el chico piola, ja, ja, pobre mi alma intoxicada de subtes y comida chatarra, pobre el dueño del bar esperando cobrar su cuenta, pobre la cerveza bebida por un perdedor como yo, pobres las rubias tetonas cogiendo en la tele una y otra ves para excitar a los viejos en el bar, pobres los viejos excitados en los últimos días, estrellas porno frustradas, sin elementos, semen seco y verdoso, arrugas, ojeras, pobres todos en la calesita infesta del mundo sin alcanzar la sortija de Dios.
Mire la tele, las chicas no estaban, los viejos si, el televisor con el noticiero mudo y mudo yo y el mundo, silencio y la conciencia asfixiando la fe y la fe negada a realizar excepciones, al menos conmigo, al menos por hoy.
Las 5:30 de la madrugada, aun en el bar de aquel japonés, Zambon, si, así se llamaba, El Zambon.
No lo entendía, al nombre quiero decir, Zambon, no tenia ninguna relación con nada.
Igual no importaba, mi nombre tampoco lo tenia y sin embargo yo lo tenia, el nombre, esta claro, ¿No?
Me fui, demasiadas incoherencias, demasiado de yo contra yo.
Del bar a la pensión (de la cama al living jajaja) poco trecho, llegue rápido, entre a mi cuarto, las cucarachas huyeron cuando prendí la luz, ellas buscan migajas, yo también.
Me senté en el balcón, prendí una colilla resucitada mal, “tengo que buscar trabajo”, me dije, el humo me tajeo la garganta, era ahora o nunca, me obligue a levantarme, me aleje del balcón, la vista allí era una mierda pero entretenida, en el edificio de enfrente una mina hacia boxeo con su marido todas las noches, nadie hacia sonar la campana, yo aposté a la chica y gane, cuando podía brindaba por mi elección, en eso era bueno, sabia quien ganaba.
Ganaba nadie.
Cerré con llave, baje por las escaleras y escuche la radio evangelista en la pieza del tipo de abajo, todos los días decía lo mismo:
”¡¡JESÚS OS SALVARA HERMANOS!! ¡¡ABRASEN A JESÚS!! ¡¡RECÍBANLO!! ¡¡ABRAN SUS CORAZONES Y LA PAZ Y LA GLORIA DIVINA ESTARÁ CON USTEDES HERMANOS Y HERMANAS!! ¡¡JESÚS OS SALVARA HERMANOS!!
¡¡JESÚS ES LA RESPUESTA!!”
El problema es si Jesús quería venir o vernos, nosotros lo matamos y lo defraudamos, mierda, no lo creo realmente no lo creo, estábamos todos jodidos y condenados en un desierto de sueños frustrados y cucarachas audaces.
Estaba en la calle de nuevo, gente yendo al trabajo, caras feas, deben odiar los espejos, pobres los espejos, 7 años de mala suerte y yo he roto 3, mierda, 21 años de mala leche. Divagaciones, divagaciones, hablando solo a las 6:00 de la mañana, “chico de pueblo muere mientras conversaba con sus zapatos”, ¡Shsssss! ¡Basta!
Llegue al puesto de diarios, el quiosquero estaba hablando con una vieja de mierda, me quede al margen, hoy no, nada de charlas vacías, nada de:
“De donde es usted, lo conozco de Hmmmmmmm., ¡Ha siiiiii del colectivo! ¡Hay sos músico y tan caballero! ¿Pink Floyd? no, no me suena el nombre pero a mi me mata Luis Miguel, es tan lindo y educado ¡ va a bailar!, que aburrido es usted, ¿Trabaja? ¿No? ¿¡NO!?”
La conocía, o sea, no el nombre, tomaba el mismo colectivo de vuelta que yo, hija de puta fea, histérica, y gorda.
Nada mas había que mirar las marcas en su cuerpo y en su ojos, decían “Peligro alto voltaje” “Seda el paso” “Silencio hospital” y otras cosas por el estilo.
Y todas las tardes de lunes a viernes a las 19:15 horas era el combate.
Venia yo sentado en la ultima fila, echo mierda de sueño y arto de las tareas repetitivas e insulsas que tenia que hacer (En el trabajo, es obvio ¿No?) y ella subía moviendo el culo, empujando, ojitos de rata sobrealimentada intentando divisar un asiento libre que, NO HABÍA OK, pero igual, buscaba y buscaba y ¡BUSCABA!
Era un acto, yo lo sabia, ella lo sabia, no tenia gracia, no había publico ni fans esperando por autógrafos o un mechón de pelos.
Diez minutos después llegaba al final del colectivo, yo hacia lo mío, miraba hacia el costado, “Estoy dormido, dormido, dormido” mentiritas de salón y ella vociferando, “¡Es que no hay ningún caballero en este colectivo!” “¡Todos han perdido los modales!” “¡¡QUE LES PASA A LOS HOMBRES QUE NO LE SEDEN SU LUGAR A UNA DAMA!!”
Y aguantaba un rato, después ella solo realizaba los discursos para mi y yo soy debil, sentía a todos mirándome, avergonzados de que estuviera en el mismo colectivo que ellos, eso si, nadie movía el culo de su asiento.
Quince minutos, veinte, no paraba, era una mosca, era un dolor de mulas, era demasiado y yo caía.
“Disculpe señora, estaba dormido, ¿Quiere tomar mi asiento?”
Y ella:
“Hay no, no, que pensaría usted, tiene cara de cansado, disculpe si lo desperté, disculpe, no se moleste siga durmiendo, disculpe”
Y Yo:
“No, no, no es ninguna molestia, por favor faltaba mas, siéntese, tome, tome”
Y ella:
“No, nooooo, por favor caballero, no, no…”
Y yo levantándome, buscando el pasa manos como un flan a media cocción:
“Tome, tome, por favor, es lo correcto, tome”
Y ella con los ojos de rata gorda, apestosa, sudada, falsa, falsa, falsa:
“Pero no, no, por favor, no podría, usted es un muchachito tan gentil, pero no, no…”
Y otra ves estaba yo viajando de parado, otro viaje de una hora con los pies a la miseria y ella diciendo que no, que no tenia nada que ver y posando su culo envidiosos en MI asiento y los demás en el colectivo respirando aliviados, durmiendo relajados, todos eran inocentes hijos de puta, tranquilos porque la vieja conchuda y despiadada se callo, durmiendo mientras yo me disecaba como un chorizo colgado en la carnicería, perros, ratas, gusanos come mierda.
Les deseaba lo peor a todos, pero a nadie le importaba, claro, el que iba parado era yo,
y por mas que cambiara de colectivo o de lugar dentro del mismo, ella siempre me cazaba.
Yo debía ser la presa mas pelotuda del mundo, porque ella no podía ser demasiado inteligente, insistente si, pero nada mas, yo era el idiota, yo terminaba parado y ella a los cinco minutos dormía y babeaba como la gorda fofa y pajera que era.
Por eso no quería charlas vacías con esa señora.
En fin, me quede al costado del puesto, lejos de ella, espere un buen rato mientras hablaban, cuando vi el culo de la vieja irse me acerque.
“Hola, tiene el Clarín”
“Si”
“Me lo presta para ver si salio algo de laburo”
“No”
“Escúcheme jefe, es un minuto, si encuentro algo lo anoto y me voy”
“Disculpa pero ¿Ves en algún parte un cartel que diga venta de diarios y PRÉSTAMOS”
“Lo leo un segundo y se lo pago mañana aunque no lo lleve”
Se quedo flotando en ese banquito, era muy temprano, quería desperezarse apurándome a mi, a mi, ¡A MI! ¡A PAPÁ!
“La guíta ahora o no hay diario, es fácil y simple y si no te gusta raja pibe”
No tenia sentido, discutir por un diario que como mucha satisfacción me daría algún otro trabajo horrible y aburrido, no lo valía, ni eso ni el quiosquero conchudo ese.
Lo mire por un instante, le robe el poco brillo de sus ojos casi sin querer, yo era groso el quiosquero mierda, yo era el artista, el duro, el indomable, el jodido re-jodido y tenia algunos discursos para situaciones como aquellas, no muchos pero si algunos.
Utilice el numero 16 de mi lista de favoritos y le dije:
“Mira, porque no enrollas el diario – hable tranquilo, no necesitaba ningún miliquito pidiéndome documentos o algo así – y te lo metes de a poco en la puerta del ojete, viejo hijo de puta de mierda”
Se levanto del banquito en el que flotaba como para decir algo, pero el era petiso y feo y viejo y yo todavía no, ni siquiera soñaba con la panza que cargo hoy en día.
Se planteo la situación de manera hipotética en su minúsculo y arrugado cerebrito y volvió a sentarse. Intento decir algo desde allí abajo pero fueron murmullos pavos, los ignore, pegue media vuelta y me fui.
Me sentí bien, estaba amaneciendo y no tenia ningún horario que cumplir, no era viejo ni quiosquero, ni gordo, la vida seguía siendo vida y tenía todo el día para dormir y recuperar fuerzas.
En la entrada de la pensión me cruce con León que salía del bar, dijo algo sin importancia y yo respondí de la misma manera, entre, me saque los zapatos y me tire en la cama, comencé a mirar el techo, las mismas manchas de humedad cambiando, mutando, consolándome.
Vi un conejo sin patas, vi a Daredevil en posición de combate, vi un samurai con sombrero de payaso, vi ojos chicos y ojos monstruosos y vi el ojo del sol entrando por la única ventana de aquel cuarto.
Afuera la gente conversaba y taconeaba, camino al trabajo o la muerte, yo era consiente de todo aunque no por ello un elegido, también estaba muriendo en aquel cuarto o por lo menos parte de mi.
El reloj seguía secuestrando minutos, 7:00 de la mañana, 8:00 de la mañana, nada que hacer, no podía conciliar el sueño, ¡Dios mío! ¡Ni siquiera esto puedo lograr!
Me quede quieto, se me durmió la pierna y el brazo pero yo, yo despierto gracias, golpes en la puerta, “¡Quien es! ¡Quien es!” tres golpes mas, mierda, mierda, mierda.
Me levanto, abro la puerta, no hay nadie.
Miro hacia abajo y encuentro una carta, era la dueña de la pensión, me daba 24 horas para desocupar he irme, tenia una caligrafía hermosa aunque el mensaje estaba cargado de odio.
Pensé en algún excusa, no daba, había agotado el repertorio de eso, volví a la cama, seguí sin poder dormir, salí al balcón, día agitado para casi todos, me canse con solo verlos, me dio mas sueño, me senté allí, comencé a dormirme.
“¡TON! ¡TON! ¡TON!” golpes en la puerta de nuevo, vieja hija de puta , no me moleste en pararme, se me cerraban los ojos, vi el bretel de un sueño, estaba llegando.
“¡TON! ¡TON! ¡TON!” de nuevo y yo durmiéndome en el balcón, saliendo y entrando del país de los sueños, de pronto, por debajo de la puerta, otra carta.
Llegue hasta ella, la abrí, seguramente la misma queja con mas odio, pero no, era de mi vieja y ¡Milagro! ¡Milagro! contenía algo de dinero dentro.
Casi lloro, casi me tiro por el balcón, casi me voy a tomar Fernet con Luca en el cielo.
¡DINERO! ¡GUITA! ¡PLATA! ¡¡PLATAAA!!
De nuevo en la cama, cuando despertara sorprendería a la dueña con toda la quincena paga, aun tenia tiempo, aun no estaba perdido, aun se podía hacer.
Volví con las manchas de humedad y vi ojos y mas ojos pero todos insinuaban sonrisas, no estaba solo.

Texto agregado el 24-01-2005, y leído por 203 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
24-01-2005 Todo esto dicho así de de golpe, una exhalación desesperada y con esa fuerza de asco y desgarre pintada en un ambiente tan degradante y cutre, me ha hipnotizado de modo que me siento otra cucaracha más tratando de escapar del cuarto encharcado de manchas de humedad, tedio y rechazo. Frente al estilo clásico de descripciones justas y ordenadas en el que acostumbro a desenvolverme siento este otro atractivo del escribir "caliente, desbordado e inmediato" por el que tu palabra "interior" discurre entre protestas y denuncias sofocadas. azulada
24-01-2005 Tu forma de escribir es tan peculiar k me parto de risa aunke el tema k estes contando sea de los más serio. Mis saludos awamarina
24-01-2005 esta muy bueno tu relato, la verdad tenes una vida de mierda que tendrias que cambiar.... me gusto que nombraras a pink floyd y a luca. grandes!!! ciruja6
 
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