Es el vasto conocimiento de lo desconocido...
La misteriosa experiencia de aquel que es novato.
Ese saber que todos poseen,
sin saberlo,
el conocimiento más grande del Universo...
Un saber Universal,
un lenguaje que trasciende las palabras y los gestos,
las señales y las imágenes...
Un lenguaje que se manifiesta en el mirar,
en las manos que se entrelazan;
en dos corazones que laten al mismo ritmo,
al mismo tiempo,
que se precipitan hacia el vacío
con los ojos cerrados
y los brazos abiertos...
Un lenguaje que no se olvida,
se queda por siempre en los rincones del alma,
extraviado, perdido,
dando gritos que escuchamos en las noches de soledad,
y nos arrancan una lágrima en la madrugada,
un suspiro a media tarde,
un grito al atardecer,
y un gemido a media noche...
Un saber Universal...
un poema que Dios escribe en el pergamino del alma,
en lo profundo del corazón...
Un saber Universal,
que explota con un sencillo beso,
gritando a los cuatro vientos el amor de dos personas,
derramando por la Tierra la alegría desbordante
de dos corazones,
que vuelan por los cielos,
remontándose en el viento...
Volando sobre el vacío
en las alas de un sueño Divino...
Rodrigo Bolaños |