El folio no se acaba

Keating y yo estábamos, como siempre en el café de al lado de mi casa, el cuatro gatos, tomando algo. Cuando recuerdo que empecé la conversación.

-Keating, me va a dar algo. Llevo cuatro días con el principio de la novela y ni si quiera he acabado el primer folio-dije.
- Bueno, no te preocupes, macho, es normal. Al principio siempre cuesta empezar.
-No, no, no, no, no. La cosa es que no paro de escribir, pero el folio, no se acaba. No se acaba nunca.
-¿sigues escribiendo a ordenador?-Pregunto el.
-Claro, pero el ordenador ya lo he mirado. Incluso imprimo lo que escribo. Y nunca termino de rellenar el folio, es como si se tragase las palabras. Pero todo lo que escribo esta en el folio. Me estoy empezando a volver loco.
-Prueba a aumentarle la fuente.
-Aumentarle la fuente? ¡Pero si escribo con dieciséis! La cuestión es que no termino de llenar el folio con palabras e ideas.
Veras, yo comienzo con una idea y empiezo a escribir, y a escribir, y a escribir…pero cuando miro cuantos folios llevo, ni si quiera he terminado el primero.
- Bueno hombre tranquilo. ¿Has probado a escribirlo a maquina?
- Si. Y no me sirve de nada, el folio siempre esta medio vació.
-O medio lleno-dijo como intentando consolarme
-Keat’s, no estoy para bromas hoy- le respondí
- Lo siento, macho, es que te veo bastante preocupado por el tema.
- Pues claro que estoy preocupado por el tema. Tengo que entregar la novela en cuatro semanas y aun no he acabado una página. Mantengo cada vez que veo ese espacio en blanco una sensación de agobio tan inmensa. Comienzo a respirar más rápido y más fuerte cada vez, meneo la cabeza de un lado a otro. Y vuelvo a mirar la cantidad de espacio que queda en blanco… y es inmensa. Inagotable. En ese momento, tomo valor y fuerzas y comienzo a escribir como un loco. Lo primero que se me ocurre, cosas sin sentido. Jilipolleces. Y vuelvo a mirar… Tic, tac, tic, tac… el folio sigue en blanco.
-Quizás es una maldición gitana- respondió Keating.
-Keat’s.- le agarre la mano
-¿Qué?
- No me toque los huevo- le dije mirándole a los ojos- Además, me voy. Voy a volver a intentarlo.
-De acuerdo. Yo me quedo aquí esperando a Alicia. Hemos quedado para cenar.
- Yo cenare con el espacio en blanco de maldito folio. Bueno, mejor me lo comeré.
Llegue a mi casa. Encendí el ordenador y puse frente a la pantalla con una botella de whisky para poder templar los nervios de ver aquel virginal terreno aun por conquistar. ¿Porque no se dejaría ese impoluto espacio mancillar con el negro de mis palabras? Aun me lo pregunto.

Pase la noche entera escribiendo frente al ordenador, imprimiendo cada cuarto de hora. Pero el espacio en blanco continuaba. Las palabras no desaparecían, estaba allí, pero el trozo en blanco del folio también.

No encontré otra solución. No era una batalla perdida contra la creación, era conseguir acabar algo. Si no se acababa el me acabaría yo. Y salte tomando impulso por el balcón.

Y se preguntaran como es que he escrito este relato… porque el Folio no se acaba NUNCA.


A Pokara, Malice y Hate por soportar todas mis neuras creativas y no creativas.(se que no es gran cosa pero estoy volviendo)

Nos vemos en sueños