· - ¿ ? ·
- La paciencia es una virtud necesaria, pero no suficiente. He visto a hombres pacientes hasta el hastío derrumbarse antes del disparo de salida. Hacen falta más cosas. Pero como comprenderá no las voy a contar aquí. (el entrevistado sonríe socarronamente). No querrá que me salgan competidores.

- ¿?
- Creo que para ser un buen esperador, no digo para ser un esperador profesional como yo, sino simplemente para esperar con corrección en la vida cotidiana es necesario primero no desear que la espera acabe. Encontrar en la misma espera la recompensa. No sé si me explico. La mayoría de los esperadores desesperan (vuelve a reír y hace unos gestos con las manos acompañando el juego de palabras) porque no consideran la espera como una acción digna en si misma. Así las consultas de los dentistas se abarrotan de gente malhumorada que parecen tigres enjaulados. Pobrecillos.

- ¿?
- Sí, claro hace falta preparación. Yo entrenó varias horas al día. Suelo ir, por ejemplo, a buscar al niño al colegio dos o tres horas antes de que salga. Un ejercicio que ahora han puesto de moda los entrenadores japoneses consiste en despertarse en mitad de la madrugada y esperar en el silencio de la oscuridad a que el despertador suene. Es un ejercicio duro. Y luego, pues como ya he dicho, simplemente aprovechar las oportunidades que la vida cotidiana te presta a diario sin buscarlas. Espero autobuses, citas, aperturas de comercios... Sabiendo buscar hay muchos sitios donde esperar.

- ¿?
- Por su puesto que estoy orgulloso. Se tiene que dar cuenta que el premio Penélope es probablemente es más prestigioso premio de esperadores a nivel mundial.

- ¿?
- Si, si hay momentos duros donde a todos nos pasa por la cabeza la idea de mandarlo todo a la mierda. Son momentos difíciles. Ahí sólo ayuda tener la conciencia tranquila, saber que si esa espera no acabase y fuera la última espera. (Ese es el talón de todo esperador) dejaríamos este mundo en paz.

- ¿?
- Me parece que no hay ningún esperador que haya conseguido dinero y fama. Pero, bueno nunca se sabe (y vuelve a reír). De momento usted ya me está haciendo esta entrevista.

- ¿?
- Sí, es cierto que para muchos el arte de la espera es una disciplina inútil. Todavía no gozamos de la popularidad que a todos nos gustaría. Pero que le vamos a hacer. Nosotros no tenemos ningún problema en esperar tiempos mejores.