Hoy te lloré intensamente... nunca mi corazón había estado demente, colmando los espacios de mi existir con el más cruel y amargo vivir. En las noches grito tu nombre, soñando despierto mis propias debilidades que hacen gemir mi espíritu... romper mi armonía de humano, es lo que realiza mi llanto, que rapido se desliza hacia la tragedia y me lleva presa de un amor doloroso... de un amor hiriente de un sentimiento desconocido, pero nuevo... y no sé qué hacer cuando la luna mis ojos ven, llenos de lágrimas, y el corazón latiendo raramente... que un peso me sofoca y no me deja respirar, el aire que antes andaba libremente dentro de mi alma. Ahora no se donde iré a parar... porque por un camino de espinas intento llegar, con aguante y esfuerzo desgarrador voy a ese lugar... sufriendo en silencio el sin tí caminar... Lo que mas deseo es poderte abrazar y sin remedios esperar el final de un llorar... el fin de una eterna soledad. Infinitas noches de martirio tengo que soportar por que no puedo mi destino esclavizar y el poco tiempo que me queda... no desperdiciar pero tan solo mi corazón se aprieta... ... si llegara a saber si tu también quieres esperar, apoyado en mí como si fuera tu bastón.

La oscuridad apremiante y malsana ya no quiero ver más... pero si por amor he de soportar, me complazco en el dolor, que por tí, mi carne y huesos sean devorados por la soledad... sean aniquilados con violencia por las bestias que el amor adiestra en los patios traseros de la pasión... donde nadie quiere entrar... pero yo he llegado sin saber, y, ahora, si he de morir... solo quiero tu verdad oculta saber...

Es incertidumbre... es mancedumbre... en ingenuidad lo que como bobo me hace actuar, y con placer se siente el recordar... tu calidéz que con la sonrisa me hace desmallar. Ahora, estoy aquí... y no es mucho lo que puedo hacer... para que este dolor baje su fuerza... solo puedo pretender algo que no puede ser... y bajo control este sentimiento PODEROSO mantener... hasta que haya un eterno desfallecer.

El amor... el amor... si felicidad no regala, muerte es lo que ofrece después de que ataca, y sientes sus garras como destrozan el alma... y el dolor queda permanentemente en las heridas y estas no cicatrizan... hasta que de alguna manera... el futuro sea tuyo y esté bajo tus manos... y desesperadamente te adueñes de su vida... y en tragedia muere con más profundo dolor... hasta que el cuerpo ya no puede más... y levantando la cabeza al cielo, culpas a las estrellas que fríamente te miran... todo se escapa... y la mente colapsa... y el corazón estalla. Un pecho inundado de inmensamente amargos dolores que continúan doliendo hasta que claman, saliendo en forma de cristales puros y verdaderos... que dejan plasmado en el terreno todos los sentimientos... y otro dolor nace al mirar que el amor que tanto anhelas nunca pisará los caminos por los cuales tu andas, y ni tu tampoco lograrás entrar a esa habitación que te es cerrada... y solo puedes mirar el futuro con tristeza y la esperanza se desvanece por que con tu pasión vivirás sólo y sin su amor el resto de tu calamitoso existir...