...de pronto me levanto de entre las algas de tus entrañas y el jugo intestinal rebosa entre masas rosáceas...toco el cielo y no lo encuentro, ¿será porque no existe? no, en realidad es porque no he salido, no me he levantado, sigo tendida sin mover un músculo mientras mis ojos vidriosos no alcanzan a enfocarte y ahora el mundo da vueltas...¿entrañas? ¡SÍ! las mías que se revuelven, gimen, patalean de dolor y celos y de pronto comienzan a gritar...gritan, se desgarran, se retuercen, se expanden...y siguen gritando, un aullido fuerte, penoso, me ensordece y no lo soporto, trato de esconderme...lo olvidaba ¡no puedo, son parte de mí! y de pronto me escucho y soy yo la que grita, yo la que me rasguño, retorciéndome, no logro contenerme...¡PARA, PARA!...silencio, no me muevo, oscuridad, vacío...todo se apaga y estoy sola, sola en la oscuridad...¿una luz? ¡SÍ, veo una luz a lo lejos!..¿me acerco? es raro, no tengo miedo, no siento dolor...tengo frío...¿frío? me pregunta alguien allá, lejos, cerca de la luz...no sé qué decirle ¿estás segura? me pregunta...no pienso, no me muevo, mente en blanco...ahora retrocede, escucha...¿es el mar? escucho olas...y ese alguien, ¿donde está? Risas, aplausos, ¿era el mar?...¡NO PIENSES! el alguien grita, se retuerce...¡PARA! grita el público, ¿público? ¡sí!, eran sus aplausos. Un señor de nariz roja se para, me da la mano y me entrega flores...¿qué digo? ¡NO PIENSES!...mente en blanco...las flores se retuercen, lánguidas, muertas...ya no son flores, ¿algas?, ¡ENTRAÑAS!, entrañas rosáceas y blanduscas...y, de pronto, todo es oscuridad, silencio...una luz desde arriba, estoy tranquila, me relajo...me sumerjo y al levantarme...entrañas, jugos, saliva...¿es tu boca?¿voy saliendo?...me miras y ahí estoy, quieta, pálida...¿te sientes bien?...¡NO PIENSES!...no siento nada...no siento nada...¡vas a estar bien! me gritas, y me ahogas, me hundo en las entrañas, me trago el silencio, grito, me retuerzo...¿silencio?...oscuridad...silencio...no pienses...no siento nada...¿quién eres tú? |