Entre tanto Daigon ensimismado
observa placidamente la densa oscuridad,
reflejos de silencios escapan de sus ojos entristecidos, apagados.
Revolotean pensamientos cojos de un lado a otro
y élcomo muerto pretende calmar la ansiedad de un fuego extinguido.
¡claridad!
luz destellante interumpe repentinamente
la fragil soledad individual,
¿como poder escapar?
hacia donde correr?
magestuosamente detenido
el tiempo se perturba, se recoje.
En segundos la mente desea
dormir, calmar, callar.

Danatus que silencioso moldea el espacio,
prefiere aguardar el mientras,
el despues, el quiza.
Languidamente recorremos taciturnos
los caminos forjados en roca
para llegar a los palacios hechos de cristal.
de cristal hechos...
placidamente.