Dormido en el infinito de mi propio pensar y sentado en el mullido sillón de mis sentimientos he logrado suspenderme para así no ver ni sentir como todos allá abajo.
De pronto producto de los mismos sentires, es que he bajado a tocarte y la turbulencia de los infectos y oscuros avatares del ser humano me han despertado.
Estrepitosamente caigo en la cuenta que una vez abajo, seré visto y medido con los ojos y la vara de quienes poco saben y sabrán del sentimiento puro y cristalino que todo ser humano trae como preciado regalo para quienes lo puedan apreciar verdaderamente.
Mi prolongado sueño se ha interrumpido y lastimosamente me veo en la obligación de volver de donde vine, hubiese querido quedarme para sentíros y amaros pero la espesura de la selva no me ha dejado verte.




Pcio. Igcio. Fdez.
Patriciofer@terra.cl