El otro día mi hermano irrumpió en mi habitación diciéndome que lo había encontrado. Vestía unas bermudas pasadas de moda, de esas cortas que si te descuidas te asoma el nardo por el camal. Y mi hermano, nervioso por su hallazgo se había descuidado. Podía ver su glande purpúreo, rematado por una gotilla de líquido preseminal.

En fin, a lo que iba. Mi hermano gritaba sin parar que lo había encontrado, que ya tenía la solución y no teníamos de que preocuparnos. Ante tal alboroto no tuve otra que apagar la webcam y subirme los pantalones. Me llamó la atención, por cierto, que en es preciso instante pasara frente a mi ventana Geena Davis a lomos de un quebrantahuesos (el ave con mayor envergadura de ala a ala de la península ibérica). Miré a mi hermano y le dije que a qué venía tanto follón, ¿y sabes lo que me dijo el muy..?