Jadeando llego a la casa.
Golpeo.
Grito.
Golpeo y grito.
Nadie.
Rompo el cristal con la camisa envolviendo mi mano.
Entro.
Algunos muebles conforman ahora la nueva ventana.
Ya respiro... y huele... como... muerte.
Giro mi cabeza y lentamente se acerca, con pasos torpes a través de la oscuridad, una figura casi humana gruñendo y balbuceando, con ojos desorbitados. Una mesita de estar separada bruscamente de mis manos pone fin a su existencia, pero... se reincorpora lentamente, arremeto nuevamente, y otra, y otra vez, hasta que...
Subo la escalera, ahí estaré más seguro. Las tablas lamentan mi decisión. Con el cuchillo estaré mas seguro.
Tres puertas, todas cerradas. Pruebo la primera... Sangre y muerte.
Pruebo la segunda, me suena familiar.
No resisto la tercera. Roja la perilla la giro...
Vomito.
Corro hacia la segunda. Cierro, pestillo y espero el amanecer.
Despierto, es de día, golpes en la puerta, retrocedo, estalla la ventana, cede el pestillo y...
Me despierto sudando, sangrando, es de noche, silencio.
Hambre.
Empuño el cuchillo, levanto el pestillo lentamente, silencio.
Bajo la escalera, nada. Recorro el lugar extrañado, encuentro la cocina, algo de pan y cecina, de pronto ruido, golpes y gritos. Me acerco cautelosamente con el pan aun en miboca y el cuchillo empuñado...
Imposible, me acerco, le trato de hablar y me atraganto con el relleno de mi boca.
Dolor, me trato de reincorporar y ya n o s i e n t o n a d a
m á s . . .
...Un cuchillo, lo recojo y subo la escalera, me detengo.
Este lugar me parece familiar... |