Mirada de oscuro tono
la sonrisa de marfil
cabellos cual negro oro
pies descalzos sobre el lodo
a los que cuesta seguir

no la vi nunca venir
sólo le escuché temblar
la fina voz de cristal
que apenas pudo decir:

"cómprame pulsera..."

entonces la divisé
diminuta, sucia y pobre
con la vista escudriñé
su indio color de piel
su linda cara uniforme

"no traigo nada, mi amor"
le contesté honestamente
esto, aparentemente
su ánimo no derrotó

"cómprame pulsera..."

lastimera repitió
casi como suplicando
y ante mis ojos mostró
hilos que todos tejió
para venderlos a diario

"que nada traigo, te digo"
hablé sin poder mentir
y algo que antes nunca oí
preguntándome, me dijo:

"¿cómo te llamas?"

estupefacta quedé
tras aquel cuestionamiento
curiosa le respondí:
mi nombre sin más le di
y el suyo pedí al momento

"Guadalupe", me dijo
"¡qué lindo nombre!", hablé
"de verdad es muy bonito
pero como tú, chiquito
Lupita debe de ser"

Su linda sonrisa indígena
sonrojada me obsequió
y una pulsera en mi mano
puso siendo mi regalo;
así ella lo nombró

incrédula yo le vi
preguntando si era cierto
respondió a mi desconcierto
tímidamente que sí

Fue así como al fin tomé
la pulserita en mi mano
y su pelo acariciando
su sonrisa contemplando
las gracias le di no en vano

Mi camino continué
dejándola a ella atrás
mas es cierto que jamás
nombre suyo olvidaré.

San Juan Chamula, Chiapas, México.
24 de diciembre de 2004.