Intenté muchas veces quererte fui cálida contigo, y te hubiera seguido tanto en la vida como en la muerte. Pero me helaste el corazón, se convirtió en helero. ¿Para qué me dijiste "te quiero sin tener ninguna razón? ¿Por qué esa herejía si era lo que más deseaba? Ese hombre al que adoraba me dejó sin alegría. Sin lagrimas me he quedado y no me canso de llorar, Y aunque él me haya dejado, para mi lo fué, lo es y lo será.
Texto agregado el 20-01-2005, y leído por 275 visitantes. (6 votos)