“Uno destruye lo que ama” O. Weills
¿O lo que ama lo destruye a uno...?
Lo ejecuta, transforma el silencio en las cadencias de otras frases, mata, vuela hacia el aire de esos versos, se suicida, abandona las fronteras de lo conocido para perderse en finas hebras de locura. Nace, reproduce los instantes, gime, llora irreverente, se tropieza, pierde la fe, calla, agota el raciocinio, desfallece, renace en las paredes de la aurora escalando esa escultura de los cielos, ríe insomne, se pierde, hasta que declina lentamente con la tarde, entonces muere.
Ana Cecilia.
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