Cuando llegamos a la mitad del camino, nos adentramos en el Bosque Maldito, donde ni los mas valientes se adentran solos.
Pocos minutos después me fije como a un lado del tenebroso camino, unos hombres recorrian el bosque recitando una especie de cantos espirituales. Mi picaba la curiosidad por saber que hacian y quienes eran, nos bajamos de los caballos y los atamos a un arbol al borde del camino, y sigilosamente nos alejamos de ellos y nos acercamos lo suficiente para poder observar que aquellos hombres, no eran hombres, si no Elfos. Me inquieto, puesto que me habisaron de la poca poblacion de elfos en este reino. El muchacho me estuvo esplicando que aquellos elfos eran del castillo del Brujo Mensalas, El rey Donaria habia echo un acuerdo con ellos, para que cuando los Dragones despertasen, aquella raza les ayudase a pelear contra las craturas que avitan estos reinos, el Rey Mensalas enviava a todo su ejercito a las murallas de Bulemar, puesto que el viajero que llego a media noche el dia anterior era el elegido.
-¿Entonces yo soy el personaje que aparece en la biblia y en las leyendas que salvaria al mundo de los males de la humanidad?- me dije a mi mismo.
Cuando pense estas palabras se me hecho el mundo encima, puesto que la Humanidad estaba en mis manos.
Unos minutos depués emsillamos de nuevo los caballos y seguimos nuestro camino. Una hora mas tardenos encontramos ya en el Cementerio. Era un gran valle con tumbas a lo largo y ancho, era dificil de describir, puesto que daba a la vez de miedo una impresion increible. Otra vez el muchacho me contó que los minotauros y arpias cuando mataban a algun indefenso hombre, ya sea hombre mujer o niño, los traian a este lugar inospito y cada tres dias un escuadron de la guardia de Bulemar, venia para enterralos cadaveres, que, en ocasiones, solo habia trozos de cuerpos esparcidos por todo el Cementerio.
Aun continua... |